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Tras la crisis con Ferraz

Juan Lobato dimite como secretario general del PSOE de Madrid: "No creo en la aniquilación del que piensa diferente"

El contexto Lobato dimite tras desatarse una guerra total en el PSOE al conocerse que fue a una notaría para dejar constancia de unos mensajes que recibió de Moncloa con información del novio de Ayuso.

Juan Lobato ha anunciado este miércoles que dimite como secretario general del PSOE en Madrid tras su fuerte crisis con Ferraz y Moncloa a raíz de los correos del novio de Isabel Díaz Ayuso. El socialista deja su cargo a pocos días de celebrarse (el 29 de noviembre) el Congreso Federal del PSOE tras el huracán desatado por su registro en notaría de una conversación con un cargo de Moncloa que le reenviaba el email en el que presuntamente confesaba delitos fiscales la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

"Lo hago para poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave que se estaba generando en el partido, que solo iba a dañar al PSOE en Madrid y a los avances en la unidad que habíamos conseguido en estos tres años", ha explicado en una carta de dos folios enviada a los medios de comunicación llena de críticas a la forma de actuar de la actual directiva del PSOE de Pedro Sánchez.

El socialista ha comunicado esta decisión después de que este martes echara un pulso a Ferraz, se aferrara a la Secretaría General y criticara el "linchamiento" por parte de los dirigentes de su partido. "He tomado la decisión de no continuar", ha trasladado en dicha misiva a la militancia. Pone fin a las voces prácticamente unánimes dentro del PSOE-M que reclamaban su cabeza tras haber "traicionado" al partido.

A Ferraz, que había optado por no mover ficha hasta que Lobato acabe dimitiendo solo, le ha salido bien la estrategia. Fuentes de Ferraz, de hecho, han reconocido a laSexta que "están tranquilos", sobre todo de cara al Congreso del partido que se celebra este fin de semana en Sevilla. Han trasladado que finalmente la polémica sobre Lobato "no lo opacará" y creen que él no va a acudir, incidiendo en que ha tomado esta decisión porque se estaba "quedando solo".

"Respeto lo que haya hecho", se han limitado a decir tanto la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como la ministra portavoz, Pilar Alegría, desde el Congreso de los Diputados donde comparecía Sánchez por la gestión de la DANA.

"No creo en la aniquilación del que piensa diferente"

Lobato ha asegurado que su "objetivo siempre ha sido construir un proyecto ambicioso y con ilusión para Madrid, y así debe seguir siendo en el futuro" y que "no cree en la aniquilación del que piensa diferente". "Siempre he dejado claro que la política en la que creo tiene como esencia el diálogo y el debate, el servicio público, la honestidad y el interés general", ha explicado.

El diputado madrileño cree que "el bien común tiene que estar por encima de cualquier posición política". "Yo no creo en la destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente. Insisto: para mí la política es otra cosa. Y la lealtad a mi partido es trabajar para poner en marcha sus principios, aquello que lleva más de 145 años representando: la igualdad, la libertad, la democracia, la educación y la sanidad pública, la defensa de los más vulnerables, el no dejar a nadie atrás", ha argumentado en una pulla a los que han presionado para su dimisión.

Para Lobato es esencial "recuperar el respeto y la educación en la política en estos tres años", algo que debería venir tanto de los suyos como de "quienes piensan diferente". "Ninguno somos imprescindibles. Es mucho más importante en todo momento proteger y fomentar la buena política que a quienes la ejercemos circunstancialmente. Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene", ha señalado en clara crítica a Ferraz.

No obstante, ha manifestado que "no pasa nada" y que lo "asume democráticamente", pero él, añade, "no puede renunciar a ser como es y como ha sido siempre". Pese a las críticas y quejas de lo que está haciendo su formación, Lobato está convencido "de que el Partido Socialista y sus políticas son las mejores para la gente". "Lógicamente, siempre hay cosas que podemos mejorar para representar los intereses y aplicar las soluciones a los problemas de la mayoría de la sociedad. Pero son las políticas de progreso y compromiso con la mayoría social las que han garantizado a lo largo de los años y garantizan hoy que vivamos en una sociedad que avanza con la mano tendida", ha matizado.

Lobato sigue como militante del PSOE

"Creo -prosigue Lobato- que hay que apostar con decisión por la política con mayúsculas. Gente con distintas opiniones pueden sumar y aportar ideas. Es la política que he aplicado en cualquier lugar o posición en la que he representado a la ciudadanía y a mi partido", ha insistido el hasta ahora líder de los socialistas madrileños. Él cree en la política que "escucha, la que argumenta, la que no insulta o aniquila al propio o al de enfrente, sino que trata de convencerle y buscar puntos en común": "No contemplo otra forma de hacer política".

Pese a dejar sus cargos, Juan Lobato seguirá como militante del PSOE: "Mi compromiso con el PSOE sigue y seguirá ahí. Hoy doy un paso al lado del liderazgo. Pero tenéis mi compromiso de que en cada etapa futura que corresponda asumiré mi responsabilidad como militante para ayudar al partido a continuar trabajando para mejorar la vida de la gente". Un compromiso que seguirá, "siempre, junto a los miles de mujeres y hombres que compartimos militancia y a los millones de ciudadanos que no nos resignamos a ser solo espectadores en esta sociedad".

Además, ha reiterado los elogios a su partido porque "ha sido siempre una organización abierta, que se alimenta del debate entre todos". En definitiva, "un partido que debe tomar las decisiones por mayoría y esas decisiones se deben argumentar, compartir y no imponer. Y en el que, una vez acordadas, se defienden y se aplican por todos".

Sin embargo, leyendo entre líneas, la misiva está llena de críticas a la dirección actual y ha señalado que él cree en "un PSOE en el que no se ataca o se denosta al que no coincide con la opinión de la dirección del partido en cada ámbito territorial". "Quiero agradecer el inmenso apoyo que he recibido estos días de miles de militantes de toda España. Espero que mi decisión no suponga una decepción para vosotros/as. Para mí no lo es", ha expresado.

Por último, ha señalado que "han conseguido que cristalice y sea identificable para la ciudadanía una opción de hacer política de otra manera": "Con educación, respeto y propuestas para la gente. Y eso ha ayudado a la sociedad, especialmente a los jóvenes, a ver algo diferente y a tener esperanza". Para el socialista, "de nada hubiera servido todo el esfuerzo de tantísima gente en estos maravillosos tres años si hubiésemos renunciado en algún momento a la ejemplaridad, la honestidad y la coherencia". "Termino esta etapa política esperando haber estado a la altura de lo que mis padres, profesores y muchos referentes del partido me enseñaron. Y también a la altura de lo que yo intento transmitir a mis hijos cada día", ha agregado.

Y termina: "Muchas gracias a los miles de militantes que han llevado a cabo este trabajo. Y todo mi apoyo a la próxima dirección del partido para que pueda hacer el mejor trabajo posible en Madrid y en España".