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Le atribuye algo que no dijo

El juez Peinado malinterpretó la declaración de una testigo para imputar a Güemes en el caso de Begoña Gómez

¿Por qué es importante? El juez acabó imputando a Güemes porque su testimonio supuestamente chocaba con el de la responsable de Recursos Humanos del Instituto de Empresa. Sin embargo, ella nunca dijo que se contratara a Gómez por ser esposa del presidente del Gobierno, como dice Peinado.

El juez que investiga a Begoña Gómez, Juan Carlos Peinado, malinterpretó o tergiversó la declaración de una testigo para imputar a otro de los investigados en la causa, el exconsejero madrileño Juan José Güemes. Durante su primer interrogatorio, el magistrado aseguró que otra empleada había confirmado que el Instituto de Empresa, del que Güemes era entonces vicepresidente económico, la contrató por ser la mujer de Pedro Sánchez, pero lo cierto es que la testigo jamás dijo tal cosa.

Güemes declaró por primera vez ante el juez Peinado el pasado mes de noviembre, una comparecencia de la que salió imputado y durante la que cual el juez le preguntó si el Instituto de Empresa había contratado a Begoña Gómez por ser la esposa del presidente del Gobierno. El magistrado intentó presionarle afirmando que la directora de Recursos Humanos, Sonsoles Blanca Gil de Antuñano, que había declarado previamente, en octubre, así lo había reconocido en sede judicial.

En concreto, el juez aseveró lo siguiente: "La directora de Recursos Humanos manifestó en esta sede que fue usted quien le dijo que había que formalizar el contrato y que la razón o la motivación, en concreto utilizó el término 'motivación', era por ser la esposa del presidente del Gobierno". "¿Eso es así o se requiere de una diligencia de careo? Dígame, contésteme", instó a Güemes, que en ese momento declaraba aún en calidad de testigo.

En respuesta, Güemes indicó que en efecto dio la instrucción a la directora de Recursos Humanos de formalizar el contrato "porque era su superior jerárquico y quien podía darle esa instrucción", pero negó tajantemente que el motivo de contratarla fuera su matrimonio con Pedro Sánchez: "Desde luego no se contrató a doña Begoña Gómez por ser la esposa del presidente del Gobierno", sostuvo.

"¿Entonces me está usted diciendo que faltó a la verdad la señora Gil de Antuñano y que cometió delito de falso testimonio?", planteó entonces Peinado a Güemes, que se limitó a señalar que no conocía el testimonio de la otra testigo. El juez acabó interrumpiendo la declaración de Güemes y otorgándole la condición de investigado por esa contradicción que, aseguraba, se había producido entre su declaración y la de la responsable de Recursos Humanos.

Pero lo cierto es que Gil de Antuñano jamás dijo esas palabras que le atribuye el juez Peinado: en ningún momento a lo largo de los 32 minutos de declaración que prestó el 16 de octubre manifestó que se contratara a Gómez por ser la mujer del presidente. Lo que dijo fue otra cosa bien distinta, a preguntas de una de las acusaciones populares: que se había incorporado a su contrato una cláusula especial por ser la mujer de Sánchez, para proteger al propio Instituto de Empresa, no que la hubieran contratado por esa circunstancia.

De hecho, incluso algunas acusaciones personadas en la causa se extrañaban al ser preguntadas acerca de si Gil de Antuñano había dicho que esa contratación se produjo por ser Gómez mujer del presidente, porque nunca lo dijo, a pesar de que Peinado utilizara una supuesta cita textual de su declaración en la de Güemes. Esta misma semana, este último se reafirmaba ante el juez en que no se contrató a Begoña Gómez por ser la mujer de Pedro Sánchez.