EN LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS
La fase 1 del plan de desescalada llega a las islas: así han vivido el primer día sus vecinos
Los residentes de Formentera, La Gomera, El Hierro y La Graciosa ya han podido disfrutar de las terrazas y de sus amistades al pasar a la fase 1 del plan de desescalada. Algo, que para algunos empresarios no es suficiente.
Formentera, en Baleares, y La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en Canarias, ya han pasado a la fase 1 del plan de desescalada. Lo han hecho después de que el presidente del Gobierno anunciara que las islas pasarían directamente a la primera fase por su situación respecto a la pandemia decoronavirus.
Así, en estas islas ya pueden abrir las terrazas de los bares con una ocupación del 50%, como también los hoteles y establecimientos turísticos, los lugares de culto, las bibliotecas y los centros de alto rendimiento, cuyas instalaciones se utilizarán por turnos.
Sin embargo, no todos los empresarios de estas zonas han abierto sus negocios. Y es que, consideran que con sus instalaciones al 50% y sin posibilidad de recibir a turistas la rentabilidad puede ser muy baja. Es el caso del director general del Hotel Gecko, en Formentera, que apunta que "debido a la imposibilidad de la llegada de turistas, es inviable abrir".
El Govern de Baleares estima un impacto muy duro sobre el PIB, que se puede reducir en un 31,6%
Santi Costa, del restaurante 'Es Caló', también ha decidido retrasar su apertura. El motivo es que los pedidos de algunos productos, que en otras ocasiones "tardan una semana", ahora pueden tardar "hasta un mes".
Así, el Govern de Baleares estima un impacto muy duro sobre el PIB, que prevé que se reduzca en un 31,6%. Pero para las Pitiusas, es decir Ibiza y Formentera, la previsión es aún peor, podría llegar a reducirse un 36,5%. Tres veces más de la previsión a nivel nacional.
La reducción de la demanda turística golpeará a Formentera, cuyo turismo nacional supone un 45%. El resto es extranjero, italiano principalmente. Un turismo extranjero que puede que este verano nunca llegue.
Al otro lado, la cara positiva, la de los vecinos de las cuatro islas que hoy se han podido reencontrar con sus familiares y amigos. Es el caso de Alberto y Jota, que tras 50 días confinados han podido mirarse a la cara sin ninguna pantalla de por medio, o de Miguel, que tras terminar su guardia se ha reencontrado con sus amistades en una terraza. Ellos nos han contado en este vídeo cómo están viviendo este momento.