PARA INVESTIGAR LAS FILTRACIONES
La justicia propone juzgar al juez del caso Cursach que ordenó quitar móviles a los periodistas
El Tribunal Superior de Justicia de Baleares encuentra indicios de prevaricación judicial por su actuación al llevarse los teléfonos y ordenadores de los periodistas para intentar aclarar el origen de una filtración en el caso.
La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) Felisa Vidal ha propuesto abrir el procedimiento para llevar a juicio al juez del caso Cursach, Miguel Florit, por varios presuntos delitos cometidos al ordenar la requisa de móviles de periodistas y el control de sus comunicaciones.
En un auto dictado este miércoles, la instructora de la causa estima que existen indicios suficientes para procesar al juez por los presuntos delitos de prevaricación, contra la inviolabilidad del domicilio, contra el ejercicio al secreto profesional del periodistas y por la interceptación ilegal de comunicaciones.
El TSJIB ha investigado a Florit a raíz de la denuncia presentada por los periodistas Kiko Mestre y Blanca Pou, por sus empresas, Diario de Mallorca y Europa Press, y por la Agencia EFE, cuyas comunicaciones fueron controladas por la Policía a instancias del juez para tratar de revelar la fuente de una noticia relativa al caso Cursach.
La magistrada instructora, que además de los perjudicados aceptó la personación como acusación popular de la Asociación de Medios de la Información (AMI), considera que debe determinarse en un juicio si el juez prevaricó al adoptar medidas restrictivas del derecho fundamental de los periodistas al secreto profesional y a la inviolabilidad de sus comunicaciones "sin las necesarias garantías legales".
La instructora analiza los autos del juez instructor del caso Cursach de los que se derivaron el control policial de las llamadas de teléfono desde sus móviles privados y el posicionamiento de tres periodistas y de las comunicaciones desde las sedes de sus empresas y concluye que son resoluciones injustas por falta de fundamento.