"ES EL GREMIO MÁS TAPADO"
La labor fundamental del personal de limpieza de los hospitales: "Son los que más expuestos están y evitan que el coronavirus se propague"
El homenaje diario también va para el personal de limpieza de los centros sanitarios que se encargan de algo fundamental: limpiar y desinfectar cada rincón de los hospitales y, en definitiva, poner freno a esta epidemia. También se están contagiando y también están sufriendo la falta de equipos de protección. Un trabajo imprescindible que merece ser reconocido.
Isabel, trabajadora de limpieza en el Hospital de Móstoles, nunca estuvo tan orgullosa de su trabajo: "Con todo nuestro esfuerzo vamos a poder contra este virus", afirma. Ella y sus compañeros, funcionarios de limpieza de los hospitales, lo están dando todo.
"Los médicos son muy importantes, pero si no hay una buena desinfección, no vamos a acabar con esto"
"Los médicos y enfermería son muy importantes, pero si no hay una buena limpieza o una buena desinfección, no vamos a acabar con esto", manifiesta Elisa Castreño, jefa de limpieza del Gregorio Marañon. Y para ello, desinfectan habitaciones, baños y cualquier superficie donde han tenido contacto los pacientes.
"Mis compañeros están llorando por estrés, por la carga de trabajo y por la falta de EPIs"
Pero, eso sí, en algunos hospitales tienen un reclamo común con los sanitarios: "Mis compañeros están llorando por el estrés, por la carga de trabajo y por la falta de EPIs", lamenta Óscar Luis Yañez, trabajador de limpieza del Hospital La Paz.
"Son el gremio más tapado, pero los que más expuestos están"
Incluso los médicos reconocen que sin ellos no podrían realizar sus tareas. Manuel, médico interista, afirma que "los trabajadores de la limpieza son el gremio más tapado, pero los que más expuestos están". "Ellos evitan que el virus se propague", defiende.
Carmen es trabajadora de limpieza del Gregorio Marañón desde hace 26 años y explica que nunca extremó tanto los cuidados como en estas dos últimas semanas: "Nos cambiamos y no nos llevamos ropa para no meterla en ningún sitio", cuenta.
Pese a trabajar al límite, saben que "todo pasará", como dicen. En los centros sanitarios ya les regalan hasta coronas y los aplausos desde los balcones los sienten como propios porque saben que también son por ellos.