Pandemia de coronavirus

La llamada que retrata el drama en las residencias de Madrid: "De llevarla al hospital, nada"

Una llamada entre una médico de una residencia de Madrid y la hija de una anciana enferma de Covid-19 muestra cómo se estaba impidiendo la derivación de residentes a hospitales durante la pandemia.

Es la desgarradora llamada entre la doctora de una residencia ubicada en Griñón, Madrid, y la hija de una anciana residente, Alejina, que el 23 de marzo llevaba 13 días enferma de Covid-19. Esa conversación prueba que los ancianos de la Comunidad de Madrid no estaban siendo derivados a los hospitales.

Ramona, la hija de esta mujer, empezó a llamar desesperada a centros hospitalarios y al 112 para conseguir una cama para su madre. Lo logró, pero era demasiado tarde: Alejina murió 17 días después.

El audio adelantado por 'El Periódico', que se puede escuchar en el vídeo que acompaña estas líneas, arranca con una demoledora frase de la doctora: "Alejina no está bien. El pulmón derecho está lleno de líquido hasta la mitad. Ella ahora mismo tiene saturaciones vamos a decir, estables. Están bajas pero no obtiene trabajo respiratorio. Tiene ahora 87, yo le voy a colocar una bolsa con reservorio que es para enriquecer un poco más la mezcla que ella vaya a respirar".

A pesar de ello, los resultados de la analítica eran preocupantes. "Lo que no me gusta de la analítica de Alejina es que... usted recuerda que le dije que había una sustancia que se elevaba cuando había procesos infecciosos agudos ¿no? Bueno, ella la tiene altísima. El valor normal es de 5 y Alejina tiene 152. Es mal pronóstico", explicaba la médico de la residencia a su hija, que mostraba su preocupación: "Uff, mal pronóstico".

"Sí. Mal pronóstico. Yo hablé con el hospital esta mañana y bueno, Alejina fue una de las primeras personas que he tenido con síntomas respiratorios y ganchos febriles. Que estuvo seis días bien y luego siete días después empezó nuevamente la fiebre a subir. Terminamos un ciclo de antibióticos con cefixima, hicimos un cilco de levofloxacino, que ya lo terminamos. Y esta mañana me dijo la doctora (del hospital): 'bueno, vamos a iniciar otro ciclo con otro antibiótico. A ver si podemos hacer algo'", continuaba explicando la donctora, que alertaba a la mujer que "el resto" era cosa "del cuerpo de Alejina" ya que no tenían "para hacer la prueba" del coronavirus: "Pero bueno... sospechosa, altamente sospechosa".

No tiene criterios para la derivación"

Es en ese momento cuando la hija hace la pregunta clave: "De llevarla al hospital, nada ¿no?". La respuesta de la sanitaria fue clara: "Nada, no". Y la explicación, un reflejo del drama que se estaba viviendo en los centros de la Comunidad de Madrid: "Cuando llamas a pedir ambulancia ellos te dicen: '¿Tiene síntomas respiratorios? A consultar con el geriatra del hospital'. Y con el geriatra del hospital es con quien hemos manejado a Alejina. Y no tiene criterios para derivación".

Tras esta explicación, la sanitaria expone los criterios de derivación. "La Comunidad de Madrid tiene unos criterios para los residentes que son: uno, puede ser trasladado a urgencias todo aquel paciente que tenga infección respiratoria o insuficiencia respiratoria. Dos, que no tenga deterioro cognitivo. Tres, que tenga un parte que sea una persona independiente. Cuatro, que no tenga patologías asociadas, que no sea hipertenso, que no sea diabético, que no tenga antecedentes de nada", señaló en la desgarradora llamada.

Es ilógico. No se puede esperar que un anciano no tenga nada"

A su vez, la médico apuntó que se trataba de algo "ilógico": "Porque lo que no puede esperar uno es que una persona mayor de 80 años no tenga nada". La preocupación e indignación de la hija de Alejina era pantente: "Es que es increíble, vamos".

Pero aún había más. La doctora avisa de que ese comunicado del Gobierno regional era suave comparado con el que habían recibido el día previo: "El viernes habían pasado uno peor, que era que si la persona no caminaba. Si era independiente para la marcha, iba al hospital, si no, no. Duro, duro. Comunicado de la Comunidad de Madrid para todos los médicos de residencias, para los directores, para el personal de enfermería".

No se de qué manera se están centrando en las residencias..."

"Que bien. Así estamos entonces. Luego dicen aquí en la televisión que sí, que se están centrando mucho en las residencias. Pues no se de qué manera se están centrando porque luego la realidad es otra", denunciaba la hija de la residente, sorprendida con lo que le estaba contando.

Ella, visiblemente preocupada, insiste en preguntar si, en el caso de que empeorase el sistema respiratorio podría acceder al hospital. De nuevo la respuesta fue un "no". La explicación de la médico es demoledora: "Cuando una persona tiene problemas respiratorios se conecta a un respirador. Eso se hace en terapia intensiva, en la UCI. No hay ventiladores, no hay respiradores. Cuando hay dificultad respiratoria entonces lo que se indica es un paliativo. Lamentándolo mucho, le digo que no es el caso ahora de Alejina. Ahora no, en este momento no".

No hay respiradores. Se indica un paliativo"

"Y así hasta que se acaba ¿no? porque ya de ahí no sale. Bueno, pues malas noticias", se lamentaba la hija de Alejina, que acabó falleciendo 17 días después de esa llamada víctima del coronavirus.

Durante las semanas más duras de la pandemia del coronavirus,al menos cinco residencias pidieron auxilio a la Comunidad de Madrid sin recibir respuesta. Es lo que consta en varias actas policiales en las que se muestran los comentarios realizados como "sugieren abandono por parte de las instituciones" o "manifiesta haber solicitado ayuda a las diferentes autoridades sanitarias y sociales, no habiendo recibido ninguna contestación".

Esta llamada no es la única prueba de que la Comunidad impidió derivar a residentes a hospitales y es que un vídeo publicado hace una semana mostraba a un internista del hospital de Parla explicando en un taller cómo hacer frente a la pandemia de Covid-19.

En un momento dado, el sanitario confirmó la orden de que "ya no se está tratando a los ancianos de las residencias" y añadió "si es un COVID, mala suerte". Sus propios compañeros le preguntaron sorprendidos y él reconfirmó las instrucciones de las autoridades sanitarias.

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