Objetivo: reducir la presión hospitalaria
La segunda ola de coronavirus deja más de 15.000 muertos en España
Las UCI se han convertido en uno de los escenarios fundamentales de esta pandemia. Allí, son muchos los sanitarios que han trabajado para salvar la vida de miles de personas, pero viven constantemente en una situación al límite.
En la UCI del Hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda (Madrid), los pacientes no respiran por sí mismos. "Los respiradores y las bombas de perfusión las necesita todo el mundo, pero luego hay una serie de aparatos que tú puedes compartir", ha explicado Javier García Fernández, jefe del Servicio Anestesia Hospital Puerta de Hierro y presidente Sociedad Anestesiología España.
¿Qué se puede compartir? Un riñón artificial o la posibilidad de contar con ecografías a pie de enfermo. Todo, monitorizado y centralizado. "Cuando llegó la pandemia se pedían muchos respiradores. Como si fabricar un respirador fuese tener una cama más de UCI, y por desgracia no es así", ha proseguido Javier. La clave en estas unidades son los recursos humanos.
"La gente piensa en enseñar a todo el mundo a intubar, pero es algo muy complejo. El problema de la intubación es que, o resuelves la vía del enfermo, o se muere", ha apuntado el presidente Sociedad Anestesiología España. Son los propios intensivistas y algunos anestesistas lo que cuentan con estas habilidades.
Al respecto, Javier ha señalado que ha habido "áreas como Madrid, Cataluña o Galicia donde se han incrementado las UCI de forma rápida porque la anestesiología tenía estas competencias". El trabajo de los enfermeros, como es el caso de Luis Palomino, es también muy específico: "Tienes que estar en todo. Saber mirar el monitor, el respirador. Y si pita algo, estar en alerta para identificar en cualquier momento la alarma que está sonando".
Para Manuel Hernández, también enfermero, el problema durante la pandemia fue que la mayoría de sus compañeros nunca había trabajado en críticos. "La adaptación fue muy compleja porque había que trabajar con tus pacientes y ayudar a nuestros compañeros para que los llevaran de forma correcta"; unos pacientes que reciben una atención casi personalizada.
Hay un médico staff y un residente por cada tres enfermos, mientras que en planta pueden llegar a 20. En el caso de enfermería, la ratio es de "un enfermero para cada dos pacientes, mientras que en planta es un enfermero para 14, 15 o 18", ha apuntado Luis Palomino. Para desahogar las unidades de cuidados intensivos, algunos hospitales están ampliando las camas de intermedios. Al no estar intubados, necesitan menos aparataje, menos especialización de los profesionales y puede haber mayor número que en las UCI.