LOS AGENTES INTERVIENEN Y RETIRAN URNAS

Las cargas policiales, la tensión en las calles y la insólita votación marcan la jornada del 1-O en Cataluña

Lascargas policiales ante los colegios y el modo de votación están marcando la jornada del 1-O en Cataluña, donde las Fuerzas de Seguridad del Estado han asumido la retirada de las urnas para impedir el referéndum. La Generalitat cifra en 465 los heridos por la intervención policial, mientras que Interior habla de nueve policías y dos guardias civiles heridos leves.

La intervención de la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha visto rodeada de momentos de tensión con los manifestantes independentistas ante las puertas de varios centros de votación, donde los agentes han retirado por la fuerza a algunas personas.

Según la Generalitat, en lo que va de jornada se han contabilizado 465 personas heridas, uno de ellas un hombre herido tras recibir un pelotazo de goma en un ojo.

Por su parte, el Ministerio del Interior ha indicado que nueve policías y dos guardias civiles también han resultado heridos de carácter leve durante la intervención.

Interior ha apelado a la tranquilidad en las calles y ha pedido colaboración y respeto para que las fuerzas de seguridad puedan cumplir con la orden judicial de impedir de forma pacífica la celebración del referéndum.

Sin embargo, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha denunciado el "uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español", pero ha advertido de que no se detendrá "el deseo de los catalanes de poder votar pacífica y democráticamente".

Puigdemont ha votado en Cornellà de Terri, aunque tenía previsto hacerlo en el pabellón deportivo de Sant Julià de Ramis, Girona, uno de los escenarios más problemáticos de la jornada, por la irrupción de los agentes para requisar las urnas y el material de votación.

Más de un centenar de personas que estaban concentradas en el exterior del pabellón han intentado impedir la entrada en el colegio, momento en que los agentes han intervenido y varios de los concentrados han caído al suelo.

Los 5,3 millones de catalanes llamados a las urnas pueden votar en cualquier punto electoral, incluso aunque sea sin sobres y con papeletas imprimidas en casa, pero su votación no quedará registrada informática, dado que las fuerzas de seguridad han bloqueado el sistema establecido.

Esto impide que el censo universal, implantado por sorpresa 45 minutos antes del comienzo de la votación, no esté disponible y que los miembros de las mesas tengan que apuntar a mano los nombres de las personas que acuden a votar.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido a la Generalitat y a los partidos que la componen que cese ya en su "irresponsabilidad" y pare la "farsa" de referéndum, que "nunca fue legal" y que se ha demostrado que es "claramente irrealizable".

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, también ha responsabilizado a Puigdemont de una situación que "ha superado" al Gobierno de Rajoy, mientras que el primer secretario del PSC, Miguel Iceta, les ha pedido a los dos que "renuncien a sus responsabilidades", si no son capaces de restablecer la "normalidad".

laSexta/ Noticias/ España