El grave peligro de abusar de medicamentos para calmar la ansiedad y poder dormir

Las farmacias han notado un repunte en la venta de productos que facilitan el sueño. Pero además, en la farmacia de Mayka Valiente también están viendo un aumento en la demanda "de productos para estados de nerviosismo y ansiedad, independientemente de la edad".

Los más solicitados, según indica Valiente, "son las benzodiacepinas o inductores del sueño, aunque siempre se dan bajo supervisión médica, porque son fármacos que necesitan receta".

Y es que el caso de Aaron, que se despierta "muchas veces por la noche" y está " como intranquilo", no es aislado, según confirma el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, que también ha notado un incremento en la venta de este tipo de productos.

Manuel Martínez del Peral, vicepresidente primero del Colegio Oficial de Farmaceúticos de Madrid destaca el aumento en la venta de "combinaciones de plantas, como la valeriana o la pasiflora, que lo que hacen es mejorar durante el día el estado de ansiedad y por la noche ayudan a conciliar el sueño".

Esto es lo que le ocurre a Jorge, que cuenta que "no hay una noche que duerma del tirón" porque desde que empezó el confinamiento, dice, la calidad de su sueño ha empeorado notablemente.. Por este motivo, empezó a tomar "pastillas de melatonina naturales".

Así actúa la melatonina

En este sentido, Nuria Ferrer Chinchilla, psiquiatra, explica que "la melatonina es una sustancia que segrega nuestro organismo cuando empieza a anochecer para prepararnos para el descanso y el sueño, por lo que puede ser una alternativa natural antes que tomar un ansiolítico".

Puede provocar problemas cognitivos

Y es que, tal y como alertan los médicos, la ingesta de estos últimos sin ser pautados pueden acarrear graves consecuencias: "A largo plazo puede provocar problemas cognitivos, por ejemplo, que uno se percibe a sí mismo más lento, y también puede influir en la capacidad de concentración o de memoria", advierte Ferrer.

Por eso, deben tomarse durante breves espacios de tiempo, normalmente no más de una semana, siempre prescritos por un médico y bajo seguimiento por su alta capacidad de crear adicción.