Choque diplomático
Malestar en el Gobierno con el ministro Puente tras el choque diplomático con Argentina
El Gobierno intenta cerrar la polémica tras el choque con Argentina, dicen que "no se va a echar más leña al fuego" y se remiten al comunicado de Exteriores, aunque admiten que hay malestar en La Moncloa con el ministro Óscar Puente.
Tres días después de que las palabras del ministro Óscar Puente sobre el presidente de Argentina Javier Milei provocaran una crisis diplomática, fuentes de La Moncloa reconocen a laSexta el "malestar". Así, aunque intentan cerrar la polémica, admiten que hay malestar en las filas del Gobierno con el ministro de Transportes, aunque "no se va a echar más leña al fuego" y se remiten al comunicado de Exteriores.
Mientras, desde el entorno del ministro se insiste en que se está sobreactuando, en referencia a las críticas de la derecha española. Las mismas fuentes creen que es una polémica que no da más de sí y descartan hacer más comentarios sobre ella.
Todo comenzó este viernes, cuando el ministro Puente participó en Salamanca en un evento sobre redes sociales, en el que dijo que había visto al libertario efectuar unas fuertes declaraciones en campaña electoral "cuando salió no sé en qué estado y previa a la ingesta o después de la ingesta de qué sustancias", sin dar más detalles.
Sus manifestaciones provocaron un comunicado de "repudio" de la Oficina del presidente Milei, que aprovechó para atacar a Sánchez: "Tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa (Begoña Gómez), asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia". "Por el bien del Reino de España, esperamos que la justicia actúe con celeridad para esclarecer semejante escándalo de corrupción que afecta directamente la estabilidad de su Nación y, por consiguiente, las relaciones con nuestro país", continuaba el texto.
También dijo que el socialista "ha puesto en peligro la unidad del Reino, pactando con separatistas y llevando a la disolución de España; ha puesto en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal de quienes atentan contra su integridad física; y ha puesto en peligro a la clase media con sus políticas socialistas que solo traen pobreza y muerte".
El Gobierno español, mediante su Ministerio de Asuntos Exteriores, rechazó "rotundamente" el texto y calificó los términos de "infundados", porque no se corresponden "con las relaciones de dos países y pueblos hermanos".
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