HABRÍA HABIDO GASTO FRAUDULENTO DE DINERO
UPyD y Manos Limpias se querellan contra Blesa por los sobresueldos de Caja Madrid
UPyD se ha querellado contra la cúpula de Caja Madrid, entre ellos sus expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, por la "indecencia" con la que gestionaron la entidad, a la que provocaron un perjuicio continuo adjudicándose retribuciones irregulares o auto concediendo créditos a sus directivos. Manos Limpias también ha presentado una querella por delitos de apropiación indebida continuada y administración desleal del patrimonio.
Manos Limpias acusa a Blesa y a Ildefonso Sánchez Barcoj, Matías Amat, Juan Astorqui, Carmen Contreras, Ramón Ferraz Ricarte, Carlos Martínez, Ricardo Morado, Mariano Pérez Claver, Rafael Spottorno y Enrique de la Torre de un delito de apropiación indebida o administración desleal.
Según su relato, los exdirectivos " acordaron de forma ilícita y continuada el pago de salarios, indemnizaciones y aportaciones a planes de pensiones", recordando que el FROB ha denunciado estos hechos ante la Fiscalía Anticorrupción.
El Ministerio Público por su parte, interpuso su propia denuncia a finales del pasado enero, en la que pedía la imputación de Blesa y Barcoj por administración desleal y que aún está pendiente de reparto al Juzgado que corresponda.
Según Manos Limpias, "a pesar de existir la denominada Comisión de Retribuciones y la Comisión de Control", estos órganos solo servían para "dar una apariencia formal de legalidad de las actividades delictivas".
Asimismo, UPyD se ha querellado también contra la cúpula de Caja Madrid, entre ellos sus expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, por la "indecencia" con la que gestionaron la entidad, a la que provocaron un perjuicio continuo adjudicándose retribuciones irregulares o autoconcediendo créditos a sus directivos.
La formación ha presentado su escrito ante el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid, donde recayó la denuncia que interpuso la Fiscalía Anticorrupción contra Blesa y su "mano derecha" Ildefonso Sánchez Barcoj por las retribuciones presuntamente irregulares que percibió la cúpula de la caja entre 2007 y 2010, que pudieron causarle un perjuicio de 14,8 millones.