'Caso mascarillas'
Medina y Luceño responden ante el juez por la "porquería" de guantes: "Eran los estipulados, aunque no cumplieran las expectativas del Ayuntamiento"
El juez del 'caso mascarillas' ha preguntado durante el juicio a Luis Medina y Alberto Luceño sobre los defectos del material sanitario que compraron a China. A Luceño el Ayuntamiento le comunicó que "lo recibido no es lo percibido".
El juez Adolfo Carretero, que investiga el caso del 'pelotazo' de las mascarillas en el Ayuntamientode Madrid, ha interrogado a fondo a los principales investigados, los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño, y ha querido indagar sobre la calidad del material sanitario que compraron a China para el Consistorio y por el querecibieron comisiones millonarias, especialmente de los guantes y los test de antígenos.
"¿Se entero de que los guantes eran una porquería, que no valían para nada, que no eran los estipulados?", le ha espetado el magistrado a Medina. La respuesta del empresario imputado ha sido tajante: "Sí eran los estipulados, otra cosa es que las expectativas del Ayuntamiento fueran otra cosa".
En la misma línea se ha pronunciado Luceño, quien mantuvo el contacto más directo con la empresa malasia Leno y la responsable municipal de las compras, Elena Collado. Reconoce que Collado le escribió porque los guantes no eran los que esperaban, pero apunta que "en ningún momento me hablan de mala calidad": "Me dicen que lo recibido no es lo percibido". "Elena me lo trasmite y yo hablo con San Chin Choon y le digo, 'oye es mi país, ¿qué ha pasado?'", ha relatado el empresario, añadiendo que el responsable de Leno no quiso devolver el dinero cobrado por ese material porque el contrato con el Ayuntamiento está "voluntariamente firmado".
Con todo, Collado habla de "estafa" en unos whatsapp que cruza con Luceño advirtiéndole de la calidad de los guantes y del precio de estos. "Es lo peor que me ha pasado. Nos han estafado", le escribió. Luceño ha asegurado ante el juez que se enfadó con ella y le dijo que le había llegado el material que había solicitado.
Carretero también ha cuestionado a los investigados sobre los test rápidos que compraron para el Ayuntamiento, argumentando que "parece ser que de los 250.000 test rápidos solo valían 75.000". Un hecho que Luceño ha negado, defendiendo que "los test eran correctos" aunque el Ayuntamiento se percató de que la sensibilidad de uno de los lotes había bajado, algo que se pudo solucionar "mandando reactivos y con eso funcionó".