NUEVAS PUBLICACIONES DE CORREOS DE BLESA

Miguel Blesa responde al hijo de Aznar: "Caja Madrid no es mi cortijo"

Los correos del ex presidente de Cajamadrid, Miguel Blesa reflejan el enfado monumental del hijo mayor de José María Aznar con Blesa porque la caja no se gastó 54 millones en una colección de arte patrocinada por el ex presidente. José María Aznar Botella le dijo que su comportamiento "era impresentable" teniendo en cuenta lo que su padre había hecho por Blesa. Éste respondió que Cajamadrid no era su cortijo.

El hijo de Aznar toma parte y no duda en reprender al entonces presidente de Caja Madrid. "Con los pelos que se ha dejado por ti y han sido muchos, me parece impresentable lo que has hecho o no has hecho", acusaba José maría Aznar Botella a Blesa en un mail.

Así lo muestran los mensajes pulicados por El País y el Diario.es. El hijo de José María Aznar le recuerda a Blesa que fue su padre quién le colocó en el puesto. Pero no cede. "Puede que seas muy joven para entenderlo. La caja tiene unos procedimientos, no es mi cortijo. A tu padre nunca le ha decepcionado la seriedad y honestidad de un amigo".

Pero así lo cree Aznar Botella.Por rechazar el proyecto millonario de venta de cuadros patrocinado por su padre. "Si quieres pregunta a tu amigo por el mensaje que te mandé. Existe dolor y decepción", explica Aznar Botella y Blesa contesta: "Me quedo perplejo, ojalá yodo quede en el olvido".

Lejos de eso, los reproches continúan, también de una dirigente popular, recientemente fallecida. "Aznar está triste por la negativa de la caja del proyecto. ¿No se puede retomar? ¿Quién lo vetó?", se preguntaba Mercedes de la Merced.

El mayor obstáculo fue de la Fundación Caja Madrid. Y la presión sobre Blesa era tal que llega a escribir esto a su presidente: "¿Sabes lo que es un apisonadora? Porfa".

José María Aznar se movilizó para que la entidad comprase obras de arte de Gerardo Rueda por 54 millones de euros más el coste de reformar el museo para exponerlas. Durante nueve meses se negoció el acuerdo e incluso se llegó a bajar el precio hasta los seis millones de euros, pero el valor de las obras no convencía, así que el valor del proyecto acabó en nada. Spottorno innamovible cerró el asunto. Era innasumible y también innecesario.

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