Siguen hablando

Moncloa no quiere romper con Junts, pero insiste en su 'no' a una cuestión de confianza sin "ninguna lógica"

El contexto A la espera de la decisión de la Mesa del Congreso, el Gobierno se mantiene en su posición. En el Ejecutivo se preguntan qué aporta a los ciudadanos una cuestión de confianza en este momento, aunque siguen dialogando con el partido independentista para evitar una ruptura definitiva.

La Mesa del Congreso de los Diputados decide este jueves si admite o no a trámite la proposición no de ley de Junts que insta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a someterse a una cuestión de confianza. A la espera de esa decisión, desde el Gobierno insisten en que la posición del PSOE no ha cambiado: consideran que la iniciativa "no tiene ninguna lógica" e insisten en rechazarla, aunque no quieren romper con el partido independentista.

Fuentes de Moncloa trasladan a laSexta que se está hablando con Junts para que recapaciten. Desde el Ejecutivo sostienen que ellos no quieren una ruptura definitiva y que precisamente se está dialogando para evitarlo.

No obstante, insisten en que plantear una cuestión de confianza "no tiene ningún sentido" y se preguntan "qué aporta a los ciudadanos". La iniciativa, dicen, será muy simbólica para Junts, pero "no tiene ninguna lógica". Si, pese a ese diálogo, finalmente Junts decide romper, añaden, "ellos tendrán que explicarlo" y decidir si quieren ir de la mano con los que aprueban la ley de amnistía o con los que quieren meterles en la cárcel".

El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha señalado precisamente este jueves en una entrevista radiofónica citada por Efe que el PSOE está dispuesto a hacer sacrificios y arriesgar para llegar a acuerdos con Junts, pero que no aceptará "cualquier cosa para evitar la ruptura" y ha pedido "tiempo y serenidad" para cumplir los compromisos acordados.

El pasado mes de diciembre, Junts presentó una proposición no de ley para que el Congreso inste a Sánchez a plantear una cuestión de confianza, aduciendo "falta de voluntad política" por parte del jefe del Ejecutivo para hacer cumplir los acuerdos adquiridos "de forma completa y ágil". Una dinámica, añadía la formación catalana, que "no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es del todo necesario para encauzar el resto de la legislatura".

Ante la "falta de un precedente idéntico", la Mesa de la Cámara Baja, con mayoría de PSOE y Sumar, decidió aplazar su decisión sobre si aceptaba o no tramitar la iniciativa, después de que los letrados del Congreso emitieran un informe en el que, aunque no veían impedimento a que el pleno la debatiera, advertían de que, de ser aprobada, "carecerá de impacto jurídico alguno".

Ahora, el órgano de gobierno de la cámara tiene que tomar una decisión. Esta misma semana, fuentes gubernamentales confirmaban que los miembros socialistas de la Mesa votarían en contra de la tramitación de la proposición no de ley, lo que deja la pelota en el tejado de Sumar, que cuenta con dos votos en el órgano rector del Congreso, y en los cuatro del PP, que previsiblemente apoyará la iniciativa del partido de Carles Puigdemont.

Desde Junts, Jordi Turull ya ha amenazado con "tomar decisiones" que "no gustarán al PSOE", pero desde el Gobierno trasladaban este miércoles que "hay que poner pie en pared" y se preparaban ya para la posibilidad de que no se acuerden los Presupuestos: "No se cae el mundo por ello", sostenían. Fuentes de Sumar, a su vez, indican a laSexta que este jueves siguen negociando, pero apuntan que lo más probable es que se pida a Junts que reformule la iniciativa.