LO HA HECHO DE LA MANO DE LA FORMACIÓN PODEMOS

El movimiento 15M llega hasta las urnas después de tres años

Tres años después, el descontento social que fraguó en el movimiento del 15M ha llegado a las urnas y lo ha hecho con gran fuerza. Un millón doscientos cuarenta y cinco mil votos, casi el 8% del total; cinco escaños en el Parlamento Europeo; cuarta fuerza política del país. No es Podemos el partido del 15M, pero sí la opción que, a la vista de los resultados, ha sabido cristalizar la indignación que fue portada en publicaciones internacionales durante la primavera de 2011.

Tres años después, los integrantes del 15M no han desaparecido; durante este tiempo reivindicaciones surgidas del 15M y, sobre todo, la manera de organizarse, se plasmaron en varias iniciativas ciudadanas que han ido consiguiendo pequeñas victorias en campos muy concretos, como la oposición a los desahucios o la suspensión del proceso de privatización de la sanidad en Madrid. 

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el movimiento #15MpaRato, las agrupaciones en defensa de los preferentistas de Bankia... son ejemplos de que ese espíritu seguía vivo. ¿Dónde están sus líderes? ¿Cuál es su programa?, a esas y parecidas preguntas de políticos y tertulianos respondían algunos portavoces accidentales del 15M diciendo que lo que querían era una nueva forma de hacer política, una democracia más directa y participativa y que, para ello, no resultaba imprescindible tener un líder. 

Esas nuevas formas de hacer política y esa apuesta por la democracia directa se traducen en fórmulas como los círculos Podemos o los kernel y las matrices, en el caso del Partido X. 

Los círculos de Podemos son grupos de ciudadanos que se asocian a iniciativa de cualquiera que tenga algo que proponer, se reparten tareas y establecen contacto con otros círculos; proponen medidas para los programas electorales, candidatos... En cuanto al rechazo a ponerle cara a sus propuestas, no todos los que aparecen como marcas electorales del 15M han mantenido ese planteamiento, aunque algunos lo han llevado a rajatabla, como la Red Ciudadana Partido X, que defiende que portavoces y representantes "son figuras totalmente demodés en el futuro, ya que la gente hace lo que sabe hacer en cooperación con los demás, según sus capacidades y posibilidades". 

El Partido X ha cosechado algo más de 100.000 votos en las elecciones europeas, un 0,64% de los votos, con lo que no ha conseguido colocar a su cabeza de lista, el informático Hervé Falciani en el Parlamento Europeo. 

En ese rechazo a personificar sus propuestas y en la renuncia a la ideología, estriban las principales diferencias entre el Partido X y Podemos, la sorpresa de las elecciones, que precisamente ha fundamentado gran parte de su éxito en explotar la figura de su cabeza de lista, Pablo Iglesias.

laSexta/ Noticias/ España