Las residencias lo plantean
¿Necesitan ya los mayores una tercera dosis de la vacuna?
Según un estudio del Institut Català de la Salut, podría ser necesario un replanteamiento de la estrategia de vacunación de los mayores que no han pasado el COVID, debido a que muestran niveles muy bajos de anticuerpos protectores tres meses después de recibir la pauta completa.
Las personas mayores (y vacunadas con pauta completa) que no han pasado el coronavirus están menos protegidas que las vacunadas que sí lo han pasado. Esta ha sido la principal conclusión de un estudio publicado este martes por la Atención Primaria Metropolitana Norte del Institut Català de la Salut (ICS), que incide en que podría ser necesario un replanteamiento en la estrategia de vacunación.
La cuestión es que estos resultados iniciales llegan en un momento complicado epidemiológicamente. La tercera dosis para la población general parece inminente, como adelantaba la ministra Carolina Darias a finales del mes pasado.
Sin embargo, esta podría ser especialmente urgente en nuestros mayores: teniendo en cuenta que fueron los primeros en recibir el antídoto y que, a vista del estudio, gozan de un nivel bajo de anticuerpos, las residencias ya llevaban días ejerciendo presión para mejorar la situación.
Los que pasaron la enfermedad presentan niveles propios de los jóvenes
La investigación, que también ha contado con la colaboración de IrsiCaixa y la fundación Glòria Soler, afirma que los niveles de antibióticos neutrales de las personas mayores de 65 años que viven en residencias y que han sido vacunadas son mucho más altos en aquellas personas que también han pasado la infección.
De hecho, los que no cuentan con esta condición muestran niveles muy bajos de anticuerpos protectores tres meses después de recibir la pauta completa de la vacuna. Además, según indican los investigadores, dichos niveles disminuyen conforme crece la edad. Todo lo contrario a lo que ocurre con los que sí que han pasado la enfermedad: los vacunados con pauta completa en esta situación incluso alcanzan unos niveles de anticuerpos similares a los de la gente más joven. Un hecho que pondría sobre relieve la necesidad de aumentar todavía más la vacunación, si cabe, con una tercera dosis.
"Los datos nos plantean la necesidad de adaptar la pauta de vacunación"
Ahora bien, se trata de un estudio que se ha realizado mediante el seguimiento de 98 personas de tres residencias diferentes, y que todavía sigue en desarrollo. No obstante, según Mar Isnard, jefa del Departamento de Atención Primaria del ICS del Norte Metropolitano, los datos de la investigación "nos plantean la necesidad de adaptar la pauta de vacunación que repite este grupo de edad, sobre todo los que no han pasado la infección". Y sentencia: "Ahora hay que estudiar qué calendario de vacunación es el mejor".
La quinta ola ha golpeado a las residencias, y la patronal exige más protección
El mes de julio no solo fue muy difícil para la población más joven que no había recibido la vacuna, sino también para las residencias, que han visto cómo los contagios han cambiado radicalmente la tendencia, dejando más de 1.600 casos en cuestión de tres semanas.
Este hecho ha llevado esta misma semana al Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPS) a pedir a las autoridades que "realicen un profundo estudio de inmunidad en las residencias para saber si nuestras personas mayores necesitan o no una tercera dosis de la vacuna".
En este sentido, desde la patronal de las residencias denuncian que "no esperaban" la tercera ola, cuando previsiblemente los mayores deberían estar protegidos. Y todo en un contexto donde, según los últimos datos de ayer, las hospitalizaciones por COVID volvieron a registrar cifras preocupantes.
Actualmente hay 10.578 pacientes con coronavirus, 700 más que el viernes, de los que 1.216 han ingresado en las últimas 24 horas. En las UCI también se observa un aumento de ingresos, colocándose esta cifra en 1.856, casi 200 más que el viernes, que ocupan un 8,90% de las camas. También, a pesar de que se reduce la incidencia, deja niveles de riesgo extremo hasta en la población más mayor, debido a que la IA entre los que tienen 60 y 69 años se sitúa en los 335 casos. Sin embargo, cabe recordar que su situación no está siendo como en olas anteriores.
La mortalidad y los ingresos, reducidos
El hecho de que las personas mayores puedan tener que recibir una tercera dosis de la vacuna no implica que no gocen de protección. Los datos de las últimas semanas, especialmente en muertes y hospitalizaciones de este grupo de edad, hablan por sí mismos: desde que la inyección entro en juego, los fallecidos han caído de forma exponencial.
"La quinta ola no tiene nada que ver con las anteriores, pero si la incidencia sube, nosotros no somos compartimentos estancos"
El debate reside ahora en quién y cómo debe seguir protegiéndose del COVID que, a raíz de la variante delta, ha puesto a medio globo en jaque. En este sentido, ya hay países que han decidido dar un paso al frente en su estrategia: Alemania, Francia y Reino Unido administrarán una dosis de refuerzo a los más vulnerables a partir de septiembre, mientras Israel ya se ha puesto manos a la obra con la población general.
Ello no quita que algunos expertos incidan en que sigue siendo fundamental alcanzar una pauta de vacunación generalizada en todo el mundo, además de proteger a grupos vulnerables. La distribución de vacunas en términos globales sigue siendo poco equitativa, con algunos países en vías de desarrollo sufriendo retrasos e incapacidad para inmunizar.
Aun así, con respecto a España, la quinta ola parece haber tocado techo, especialmente con la leve reducción de la IA de los últimos días. Un hecho que no implica que sigan pudiendo haber cambios en la forma en la que se protege al a población.