Horas decisivas
Recta final de la negociación para salvar la investidura de Illa: ERC habla de "desconfianza" hacia el PSOE
En Esquerra reconocen avances, pero advierten de que "faltan todavía más que flecos en esta negociación". Desde el Gobierno se muestran muy prudentes y admiten que queda lo más difícil: la cuestión de la financiación.
Las conversaciones entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa se intensifican y encaran su recta final cuando falta menos de una semana para que expire el plazo impuesto por los republicanos para cerrar un preacuerdo y con el asunto de la financiación singular en el centro del debate.
Desde Esquerra advierten de que aún persisten "más que flecos" en la negociación y, aunque ven "avances", admiten también que existe "sensación de desconfianza" hacia los socialistas. Por el momento, según aseguran fuentes del partido independentista a laSexta, para este jueves no está previsto ningún anuncio y las negociaciones continúan.
Por su parte, desde el Gobierno se muestran muy prudentes, aunque reconocen que, efectivamente, están en la recta final de las negociaciones. No obstante, también admiten que queda aún lo más complicado: la financiación.
ERC ve "avances", pero reconoce "desconfianza"
Entrevistada este jueves en la 'Cadena SER', la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha valorado "positivamente los gestos de esta semana" por parte de los socialistas. "Vemos avances", ha reconocido, pero ha señalado también que hay una "sensación de desconfianza hacia un PSOE que promete, pero que muchas veces no acaba cumpliendo".
Sans también ha querido desvincular el encuentro de la víspera entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès de las negociaciones, afirmando que "es una imagen que forma parte de una normalidad democrática". En esa reunión, no obstante, el president de la Generalitar en funciones trasladó al jefe del Ejecutivo que se moviera para lograr esa 'financiación justa' que su partido reclama para Cataluña.
"Faltan todavía más que flecos en esta negociación", ha advertido Sans, que ha precisado que siguen negociando en cuatro carpetas, relativas al conflicto político, la lengua catalana, las políticas republicanas y, justamente, la soberanía fiscal: para ERC, tener la "llave de la caja" y que Cataluña pueda recaudar el 100% de los impuestos es "fundamental", ha recalcado.
Así, ha señalado que el acuerdo "podría llegar de forma inminente", pero precisamente porque se acerca la fecha tope fijada por Esquerra, que la semana pasada ya advertía de que, sin un preacuerdo antes de final de mes se levantaría de la mesa de negociación. En este sentido, Sans ha señalado que, "si bien el PSC ha optado por la negociación con ERC, existen otras mayorías", y que su intención es dar margen al PSC para que pueda explorar otras opciones si no logran "un acuerdo que sea bueno para Cataluña".
Ese preacuerdo, en todo caso, tendría que ser refrendado por la militancia de ERC y esta, ha advertido Sans, "es soberana" y tendrá "la última palabra", con lo que la única garantía de que avale un potencial pacto es que sea "un muy buen acuerdo". En todo caso, ha advertido de que entre esa militancia "hay un sentimiento de desconfianza hacia el PSOE".
Prudencia en Moncloa
Entretanto, en Moncloa se respira optimismo, pero prefieren ser muy prudentes a la hora de hablar sobre estas negociaciones entre el PSC y Esquerra. Aunque públicamente dicen que la reunión del miércoles fue institucional, entre gobiernos, en privado sí reconocen que estamos en la recta final de la negociación.
A este respecto, Félix Bolaños ha desvinculado también este jueves las negociaciones entre el Gobierno y la Generalitat con las que llevan a cabo PSC y ERC para investir a Illa, aunque ha asegurado que estas últimas "avanzan". En declaraciones a la prensa recogidas por Efe, el ministro ha señalado que esas conversaciones -"como es marca de la casa", ha dicho- han de ser "discretas", pero ha asegurado que "avanzan" y que "el día que haya un acuerdo, si lo hay, se hará público".
No obstante, no hay ningún acuerdo cerrado todavía y nadie se atreve a echar las campanas al vuelo, sobre todo porque falta la parte más complicada: la segunda carpeta de la que habla ERC, relativa a la financiación y la soberanía fiscal de Cataluña.