Derecho a la información

El novio de Ayuso quiere rastrear a periodistas para saber quién filtró el email, pero es inconstitucional: nos ampara el secreto profesional

Objetivo: matar al mensajero González Amador busca que el juez permita investigar los teléfonos de seis periodistas para saber quién les filtró el email con la confesión de sus delitos.

El novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, va un paso más allá en la guerra judicial iniciada con la investigación que se abrió contra él por fraude y falsificación de documentos. Intervenir todo lo que hayan hecho con su teléfono durante los últimos diez meses es lo que pide ahora para periodistas como Miguel Ángel Campos, quien lo tiene claro: "No sé la idea que tiene de libertad el novio de Ayuso. Se parece más a la que se da en Laos o en Burundi".

La 'SER' fue uno de los primeros medios en desmentir el bulo difundido por el jefe de prensa de Ayuso: quería que pareciese que fue la Fiscalía, y no el propio González Amador, quien ofreció un pacto por delitos fiscales. "Ante una información de evidente interés general, se limitaron a contrastarla y ofrecerla debidamente a los ciudadanos, desmontando así un bulo", ha zanjado Campos en declaraciones a laSexta.

También 'eldiario.es' hizo público el correo en el que la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid reconocía dos delitos fiscales. Su abogado pide ahora los teléfonos de cuatro de sus periodistas. "Lo que está buscando el abogado de Alberto González Amador es intimidar a la prensa. Toda la causa en sí pretende ponerle como un presunto delincuente con más derechos que los demás", ha denunciado, también en conversación con este medio, Ignacio Escolar, director de 'eldiario.es'.

Así las cosas, el novio de Ayuso quiere saber quién les pasó a estos periodistas ese correo con la confesión, y por tanto las fuentes periodísticas de esos medios. El caso es que la mismísima Constitución recoge el derecho de los periodistas al secreto profesional en su Artículo 20. Además, los jueces se han pronunciado muchas veces al respecto. "La jurisprudencia ha anulado cualquier invasión de la actuación de los periodistas", ha advertido el magistado Joaquim Bosch.

González Amador alega su derecho a la intimidad, pero los expertos advierten que no todo vale. Tal y como constata Bosch, "no se puede investigar de cualquier manera un delito y, en el ámbito periodístico, no se puede hacer vulnerando derechos fundamentales de los periodistas". Gracias a ese derecho, los medios pueden informar y ejercer de contrapoder ante cualquier intento de censura o presión contra esa tarea.