Cronología de la polémica

El origen de la filtración sobre la confesión del novio de Ayuso sitúa a Moncloa en el punto de mira

Preguntas aún sin respuestas ¿Cómo llegó a Pilar Sánchez Acera el correo en el que el novio de Ayuso reconocía los delitos fiscales? Pudo recibirlo de sus superiores, pudo salir de Fiscalía o pudo filtrarlo un periodista. Es la duda clave a responder.

Juan Lobato ha declarado este viernes durante hora y media y ha entregado su móvil al juez del Supremo, Ángel Hurtado. El magistrado quiere analizar las conversaciones del ya exsecretario general del PSOE madrileño, entre ellas las que mantuvo con Pilar Sánchez Acera, la exjefa de gabinete de Óscar López.

Esa es la conversación que Lobato registró ante notario y que también ha entregado al juez. El intercambio de mensajes con Sánchez Acera -a los que ha podido acceder laSexta- incluye el email del abogado del novio de Ayuso en el que Alberto González Amador admitía varios delitos.

La conclusión de esos mensajes entre Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera es que Moncloa tenía la confesión del novio de Ayuso antes de que el email se publicara en los medios de comunicación.

Estos mensajes empezaron la mañana del 14 de marzo, unas horas antes de la sesión de control en la Asamblea de Madrid. Sánchez Acera quería que Lobato le sacara el tema a Ayuso en el pleno. Por ello, a las 8.30 horas de la mañana le envió el correo de González Amador sin ningún tipo de marca de agua y una advertencia: "Cuidado con los datos personales".

Pese a que algunos medios de comunicación ya habían publicado el contenido del correo electrónico de la defensa de Alberto González Amador reconociendo delitos fiscales, a las 8.30 horas ningún medio había publicado aún el correo íntegro. Eso se produjo a las 9.06 horas de la mañana cuando el diario 'El Plural' publicó ese documento sin tachones y sin ningún tipo de marca de agua. Es decir, Moncloa tenía acceso al correo 59 minutos antes de que un medio lo publicara.

¿Dónde está el origen de la filtración?

Antes de que el diario publicara el correo íntegro, cuando Sánchez Acera se lo envió a Lobato, el socialista le responde unos minutos después con dos preguntas: si el email se había publicado en los medios y cómo lo había conseguido Moncloa. Esa es precisamente la duda clave en esta cuestión y la misma que Sánchez Acera tendrá que contestar cuando sea llamada a declarar en el Tribunal Supremo. ¿Cómo llegó a Pilar Sánchez Acera el correo en el que el novio de Ayuso reconocía los delitos fiscales?

Como se puede ver en la conversación que mantienen Sánchez Acera y Lobato, esta le dice al socialista que tiene el correo porque le llega, que ha llegado a los medios y que en eso se podrá respaldar cuando le haga la pregunta a Ayuso.

Existen varias posibilidades de cómo llegó el correo a manos de Sánchez Acera. Por un lado, Moncloa tendría un papel protagonista en todo este asunto si el correo lo hubiera enviado alguno de los superiores de Sánchez Acera. Otra posibilidad es que saliera directamente de la Fiscalía. En este caso, la defensa de González Amador lo envió a un email genérico de la Fiscalía de delitos económicos de Madrid, es decir que, al menos 16 personas tenían ese correo. También se envió a la Fiscalía Provincial, a la Fiscalía Superior Autonómica, y a la Fiscalía General del Estado.

La siguiente posibilidad que está sobre la mesa es que el correo le llegara de parte de algún periodista o medio de comunicación. Y, por último, la posibilidad más peregrina es que fuera la misma defensa de González Amador quien, lógicamente, tenía esos correos.

Lobato insiste en que necesitaba saber de dónde saca la confesión de González Amador porque si no puede parecer que se lo ha pasado la Fiscalía. Él es técnico de Hacienda y sabe que le podría traer problemas con la Justicia. Pero el socialista no logró averiguar quién le había enviado el pantallazo del email a la Moncloa. A pesar de ello, el 14 de marzo sí preguntó a Ayuso sobre la confesión de su pareja. En el documento que mostró en la Asamblea, eso sí, siguió la recomendación que le habían hecho y ocultó los datos personales.

De esta manera, tras mostrar las conversaciones este viernes ante el Tribunal Superior, Lobato ha podido salvaguardar esa condición de testigo porque los mensajes le alaban en dos sentidos. Por un lado, él preguntó de dónde venía ese correo, se quería asegurar que no venía de la Fiscalía. Y, por otro lado, no exhibió el correo que le envió Pilar Sánchez Acera, que era un correo electrónico que había sido fotografiado y que no era el original. El correo que mostró en la Asamblea fue el que había publicado 'El Plural' con ciertos tachones que ocultaban esos datos personales.

Tras conocer la versión de Lobato, faltaría la de Sánchez Acera, cuyo papel es clave en el origen de la filtración. De momento, el Tribunal Superior no la ha citado, pero ya tiene peticiones encima de la mesa. El colegio de abogados que ejerce la acusación popular en esta causa ha solicitado su comparecencia como investigada. Esto va a ser muy importante ya que si declara como investigada podría acogerse a su derecho de no declarar. En el caso en el que lo hiciera como testigo, tendría que contestar a todas las preguntas y tendría la obligación de decir la verdad.

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