Mesa de diálogo
Sánchez y Aragonès coinciden en que el camino para acercar sus posturas alejadas es el diálogo: "Trabajaremos sin prisa, sin pausa y sin plazos"
La reunión que ambos han mantenido en privado antes de la mesa de negociación "ha merecido la pena" para el presidente del Gobierno, porque, dice, en el encuentro se ha reafirmado la voluntad de trabajar en la vía del diálogo.
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha sido recibido en el Palau de la Generalitat por el president Pere Aragonès, antes de que empieza la mesa de negociación para intentar buscar una salida al conflicto catalán. Y tras esta reunión, Sánchez ha querido destacar que las partes parten de "posiciones radicalmente distintas", por lo que habrían acordado en trabajar "sin prisas, pero sin pausas y sin plazos".
Coincide Pere Aragonès en que la negociación precisará de "tiempo y perseverancia", quien ha adelantado en que ya se está trabajando en un calendario de reuniones "periódicas y discretas". "Hay que tejer confianzas mutuas. Ir creando un contexto político más favorable", ha matizado.
El jefe del Ejecutivo ha querido destacar la importancia del encuentro, que desde su punto de vista "ha merecido la pena" y supone "la voluntad de buscar entre ambos gobiernos soluciones basadas en el diálogo y el acuerdo".
"Seguimos manteniendo posiciones políticas muy alejadas. La postura sobre cómo resolver la crisis en Cataluña es radicalmente distinta. Las posiciones están muy lejanas, pero la mesa de diálogo es el mejor camino para avanzar, y en eso coincidimos", ha remarcado Sánchez tras la charla, que ha durado cerca de dos horas.
Del mismo modo, el president de la Generalitat ha constatado que están "muy lejos", pero que hay voluntad de trabajo para avanzar en la resolución del conflicto.
En estas mismas declaraciones ante los medios, el presidente del Gobierno ha reconocido que "pese a las dificultades", el clima político en Cataluña "es mucho mejor hoy que hace un año", y ha destacado que la voluntad del Gobierno es que sea "todavía mejor" dentro de un año. Pero, insiste, sin plazos para resolver un conflicto que considera se remonta a hace más de diez años.
"Ni el referéndum ni la independencia son posibles
La postura sobre cómo resolver la crisis en Cataluña es radicalmente distinta"
En su mensaje, Sánchez ha querido ser tajante respecto a lo más polémico en la cuestión catalana: ni el independentismo ni la amnistía que piden los independentistas catalanes son negociables. "Para el Gobierno, ni el referéndum ni la independencia son posibles. No sólo desde la constitución , si no porque la sociedad no puede tener más desgarros", ha especificado el jefe del Ejecutivo.
Considera además que algo de ese calibre que afecta a toda España debería de ser decidido por toda la nación, y "no solo una parte". "Vivimos juntos y tenemos que decidir juntos".
Pese a que el Gobierno no está dispuesto a negociar esto, sí quiere poner en marcha ese diálogo para el resto de cuestiones: "De 45 puntos solo hay uno en el que no nos encontramos. Veamos los 44 restantes para encontrarnos", ha defendido Sánchez.
El referéndum es la opción inclusiva que nos permite a todos poder ganar"
Pero el Govern sí ha puesto sobre la mesa sus pretensiones, y como ha destacado Aragonès en la rueda de prensa posterior, consideran que "el referéndum es la opción inclusiva que nos permite a todos poder ganar". "Los indultos son un paso, pero sigue la represión contra el independentismo", ha expresado.
Así se ha desarrollado el encuentro
Pedro Sánchez ha accedido en coche oficial a la plaza de Sant Jaume y al descender del vehículo ha sido recibido por el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. Aragonès esperaba en la puerta del Palau al jefe del Ejecutivo y ambos se han saludado chocando sus puños y han pasado después revista a la formación de gala de la policía autonómica en el patio de carruajes que les han rendido honores.
Sánchez y el presidente de la Generalitat, protegidos por mascarillas, han charlado brevemente antes de subir la escaleras hasta la Galería Gótica del Palau, donde han posado para los informadores gráficos antes de acceder al despacho de Aragonès para mantener su reunión.
Ambos han mantenido un encuentro privado, tras el cual se han acercado a saludar a los consellers y ministros que participan en la mesa de diálogo, y se han sentado unos breves minutos con ellos. Su intención era la de no estar presentes para dejar a los equipos trabajar. Aunque fuentes del Govern matizan: "la mesa de diálogo es todo", tanto los grupos de trabajo como la reunión entre el jefe del Eejecutivo y el presidente autonómico.
Por parte del Gobierno, además de Sánchez, han asistido a la mesa el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado de coordinar los trabajos; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y el de Cultura, Miquel Iceta, mientras que la delegación catalana ha etsado compuesta por Aragonès y los consellers Laura Vilagrà y Roger Torrent, después de que el presidente catalán dejara fuera a Junts de la mesa al rechazar su propuesta de nombres.
Este partido pretendía que asistieran junto al vicepresidente Jordi Puigneró, dos presos indultados (Jordi Sànchez y Jordi Turull) y su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. Pero esa pretensión provocó una crisis entre los socios del Govern, Aragonès vetó a los tres últimos por no formar parte de su ejecutivo y JxCat se negó a retirar los nombres mientras culpaba de la "censura" a Moncloa.
En la reunión se espera que se pueda concretar la metodología de trabajo de la comisión y la periodicidad con la que se va a reunir.