Primer pleno del Constitucional con mayoría progresista: estudia si admite el recurso de Vox contra la ley del 'solo sí es sí'

El Tribunal Constitucional aborda a partir de este martes en su primer pleno con la nueva mayoría progresista la admisión a trámite del recurso de Vox contra la ley del solo sí es sí, que ha supuesto hasta la fecha la rebaja de decenas de condenas por delitos sexuales en nuestro país.

Según ese partido, "no hay nada positivo que deba ser salvado" de la Ley de garantía integral de la libertad sexual del Gobierno, que causa la "más absoluta desprotección a las mujeres".

La ley del solo sí es sí ha generado una enorme polémica desde su entrada en vigor el pasado octubre, cuando comenzaron a hacer públicas las primeras sentencias que rebajaban las penas de condenados por delitos sexuales al aplicarles la nueva ley, por ser más beneficiosa para el reo en algunos casos.

El Pleno estudiará con su nueva mayoría progresista de siete magistrados frente a los cuatro conservadores si admite a trámite el recurso de inconstitucionalidad de Vox, si bien el magistrado Juan Carlos Campo ha pedido abstenerse de la votación.

Y lo mismo ha solicitado con los recursos que presentaron el diputado Alberto Casero junto al Grupo Parlamentario Popular, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, y Vox contra la votación de la reforma laboral en el Congreso el pasado febrero.

De hecho, el magistrado da este paso por su participación y votación en decisiones relacionadas con ambas leyes cuando formó parte del Gobierno de Pedro Sánchez como ministro de Justicia.

Además de Campo, el pleno tiene sobre la mesa la abstención de Laura Díez de los recursos que afectan a la ley y al decreto ley que evita la aplicación del 25% del castellano en Cataluña, porque avaló la constitucionalidad de esas normas cuando formaba parte como vicepresidenta del Consejo de Garantías Estatutarias de Cataluña, órgano asesor de la Generalitat.

Fuentes jurídicas explican a EFE que en este pleno van resoluciones relativas a esos tres asuntos y, por tanto, se aprovechan esas diligencias para formular las abstenciones, que después tienen que aprobarse por el Pleno, una situación que dentro del tribunal ven "normal" por entender que son casos "obligados".

En paralelo a estas abstenciones, el Pleno tiene que resolver si admite a trámite los primeros incidentes de recusación de Vox, que cuestiona la imparcialidad del presidente y de tres magistrados, si bien tienen muy difícil prosperar habida cuenta de que dejarían al tribunal inhábil por falta de "quorum", tan solo 7 de un mínimo de 8.