SE REFIRIÓ A ELLOS COMO “MUERTOS DE HAMBRE”
Prisiones sanciona a la mujer de Bárcenas a un mes sin visitas por increpar a los funcionarios
La mujer de Luis Bárcenas no podrá comunicarse con su marido durante un mes. Prisiones le ha cerrado las comunicaciones como sanción a un grave incidente. Rosalía Iglesias arremetió contra los funcionarios de la cárcel. Les increpó llamándoles “muertos de hambre” y les acusó de confabularse contra ella por ser la mujer de Bárcenas.
La última vez que Rosalía Iglesias fue a la cárcel a ver a su marido, perdió los papeles:” ¿Qué pasa, me vais a abrir o qué? Esto es un castigo porque soy la mujer de Luis Bárcenas. Pues que sepas que esto no va a quedar así, ya lo verás. No sabéis dónde os estáis metiendo".
Según desvela ‘El Mundo’, la mujer del extesorero llegó tarde al vis à vis, y se impacientó porque los funcionarios le hicieron esperar. “Sí, sí trabajando, qué risa me da, trabajando los funcionarios. Estáis todos confabulados para joderme y fastidiar”, aseguró.
Esta semana su abogado intuía en ‘Al Rojo Vivo’ que la cárcel les empieza a pasar factura. “Supongo que la familia estará afectada anímicamente”, señaló. Hasta el punto que la bronca de Rosalía en Soto del Real continúo después del vis à vis y se enzarzó en una acalorada discusión que terminó en mal augurio. "Sois todos unos muertos de hambre que lo único que me tenéis es envidia. Os quiero ver con una soga al cuello a todos los funcionarios”, dijo la mujer de Bárcenas.
El altercado le va a costar a la mujer del extesorero un mes sin visitas. Pero Bárcenas no tiene por qué comerse el turrón solo. Compartiendo penal están el expresidente de la CEOE, Díaz Ferrán o Francisco Granados, detenido en la operación púnica. También tendrán navidades entre rejas Carlos Fabra que está preso en la cárcel de Aranjuez, Jaume Matas al que le acaban de quitar el tercer grado o la cantante Isabel Pantoja que cumple condena en Alcalá de Guadaíra.
El que sí podrá celebrar las fiestas con los suyos es Núñez, expresidente del Barsa. Apenas lleva un mes en la cárcel y la junta de la prisión ya ha propuesto concederle el tercer grado.