Se abre el debate
¿Puede mi empresa obligarme a ponerme la vacuna? Preguntas y respuestas tras los casos de Netflix y Washington Post
Ambas empresas ya piden, de alguna forma, una muestra de la inmunización para que los empleados puedan seguir son su trabajo. Sin embargo, en España esto todavía no es legal y, de terminar en un cese, podría incurrir en un despido improcedente.
La ampliación de la obligatoriedad de recibir la vacuna contra el COVID no solo se ha extendido al personal sanitario o los funcionarios. Si bien esta es la dirección que han decidido tomar en países como Francia, Reino Unido o Grecia, en EEUU ya hay dos ejemplos de empresas que obligan a sus empresarios a vacunarse: el Washington Post y Netflix.
En el caso de la primera, el gigante mediático ha avanzado que sus trabajadores tendrán que demostrar que están vacunados contra el coronavirus para poder regresar a la oficina. Concretamente, a partir del próximo 13 de septiembre, cuando los empleados retomen su rutina de redacción durante tres días a la semana.
En el caso de la segunda, Netflix, la compañía audiovisual confirma que exigirá un certificado de vacunación contra coronavirus a todos los trabajadores que participen en cualquiera de sus producciones en Estados Unidos. Ahora bien, ¿podría este caso extrapolarse a España? ¿Estaría justificado desde el punto de vista legal?
¿Qué pasaría si un empresario obliga a sus empleados a vacunarse? Y si estos no lo hacen, ¿estaría justificado el despido?
Más allá de que las leyes, a día de hoy, no permiten la vacunación obligatoria salvo en circunstancias muy excepcionales —por ejemplo si se puede demostrar que el sujeto de la inyección podría estar jugándose la vida—, en el caso de las empresas privadas el camino se cierra aún más.
Como explica el magistrado Joaquin Bosch a laSexta, todo dependerá de la regulación. Si las leyes dan pie a esto, podría estar justificado, aunque el experto insiste en que supondría un cambio legislativo complejo que, además a día de hoy, es inexistente: "Si la vacuna no es obligatoria, es muy complicado tomar medidas contra quien no quiera ponerse la inyección, porque técnicamente no está haciendo nada ilegal", apunta.
Entonces, ¿qué ocurriría si la compañía hace caso omiso y decide exigir la vacunación de manera unilateral, hasta el punto de poder cesar a sus trabajadores si se niegan? "Si las empresas deciden tomar acciones disciplinarias, podrían caer en un despido improcedente", afirma Bosch.
De este modo, como ocurre en general en España, la vacunación obligatoria sigue estando fuertemente restringida. No obstante, ya hay algunas comunidades, como Cantabria o Canarias, que han mostrado su intención de ampliar esta posibilidad. Sin embargo, a día de hoy son las únicas que lo sostienen, y además los casos propuestos estaban principalmente enfocados a colectivo esencial y público. De ahí que, en el caso de una empresa, nada apunta a que pueda ser aplicado.