El pasado 9 de febrero
¿Qué pasó la noche del asesinato de los dos guardias civiles de Barbate?
Una potente narcolacha embestía y arrollaba a la embarcación de la Guardia Civil mucho más pequeña el pasado 9 de febrero. A bordo iban seis agentes uniformados: dos de ellos fallecieron, otros dos resultaron heridos.
Han pasado más de siete meses desde el asesinato de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate (Cádiz). Una potente narcolacha embestía y arrollaba a la embarcación de la Guardia Civil mucho más pequeña el pasado 9 de febrero. A bordo iban seis agentes uniformados: dos de ellos fallecieron, otros dos resultaron heridos.
Poco antes del impacto se aprecia como en la zona hay varias narcolanchas que acosan y vacilan a los guardias civiles. Angustiosos minutos donde los narcos rodean la lancha de los agentes para ver por dónde puede atacarles mejor, hasta que una de ellas les pasa por encima.
En los momentos previos a la embestida mortal, los agentes ya vislumbraban la peligrosidad a la que se enfrentaban. En un vídeo grabado con una go-pro situada en la lancha de la Guardia Civil, se ve como claramente los agentes son conscientes de la gravedad del asunto y tratan de defenderse desde el agua. "Quillo saca el arma, vienen a por nosotros. Dispara al aire", grita uno de los guardias civiles en plena operación.
En un principio se puede ver cómo, tras aproximarse a la zona donde estaban los narcotraficantes, éstos "realizan pasadas a alta velocidad en torno a la embarcación policial, llegando a verse a luz de linterna una de las embarcaciones y su tripulación".
"Siendo ésta embarcación de grandes dimensiones y propulsada con cuatro motores al mismo tiempo se aprecia como a larga distancia, posiblemente desde tierra, intentan deslumbrar la embarcación policial con un puntero láser de color azul", recoge el informe.
"Disparad, disparad, disparad coño, disparad al aire. Van a por nosotros. Quillo saca el arma. Sacad el arma, coño. Que viene", gritan los agentes, sorprendidos tras una primera embestida, momento en el que advierten que están en peligro.
A pesar de disparar al aire, los narcotraficantes "arremeten contra ellos con dureza una y otra vez": "La embarcación policial es golpeada con dureza por la parte de babor atravesándola pasando por encima para salir por estribor. Observando cómo el agente que se encontraba más próximo a la proa desaparece por el impacto, resultando ser el agente fallecido Miguel Ángel González".