NUEVOS DETALLES DE CÓMO SE ENRIQUECIÓ RATO
Rato no quería aparecer como propietario de un entramado de empresas y obligó a su secretaria a ser su testaferro
Rodrigo Rato intentó por todo los medios ocultar que él era el verdadero propietario de un entramado de empresas situadas en paraísos fiscales como Gibraltar. En el sumario del caso hay correos de gestores de Rato que explícitamente reconocen que su jefe no puede aparecer como propietario. La investigación también revela cómo Rato obligó a su secretaria a ser su testaferro, aunque ella no quería.
Sólo dos meses antes de que le detuvieran, Rato se las apañó para no figurar como administrador en la matriz de su entramado empresarial, ante la posibilidad de que esta información pudiese salir a la luz.
Así lo hacía constar uno de sus gestores en un correo electrónico que aparece en el sumario: "Respecto a la administración de Vivaway, señala que no está en disposición de figurar como administrador, en cuanto que tal cargo pueda ser público. Comenta si podéis seguir vosotros."
La filial española de Vivaway es Kradonara 2001. A finales de 2014, ya acosado por varios frentes judiciales, el exvicepresidente del Gobierno pide a su secretaria, Teresa Arellano, que asuma la administración de la sociedad.
Pero ésta se niega, según su declaración: "Señor Rato, no estoy preparada". A lo que hace oídos sordos y tras mucho insistir, le contesta tajante: "Teresita, te voy a poner de administradora".
Kradonara es también la empresa usada por Rato para facturar a Telefónica sus consejos, según Hacienda. Un contrato que, ya le advertía uno de sus abogados podía ser "tenido en cuenta como simulación" ya que debía tributar como IRPF.
En el sumario también aparece el gusto por el arte del expresidente de Bankia. Durante los registros en su despacho, fueron intervenidos hasta 17 cuadros, entre ellos un Lucas Jordán del siglo XVII.