Lío en el hemiciclo

Reforma laboral: la vía Ciudadanos coge peso mientras la izquierda llama a negociar con el bloque de investidura

Compromís, Más País, Teruel Existe y PRC han adelantado su voto a favor, mientras Ciudadanos se muestra "optimista" con que salga adelante "sin tocar una sola coma".

A dos días de que finalice el plazo para que el Congreso dé luz verde a la reforma laboral, el Gobierno todavía no cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante este paquete de medidas. El debate para la validación se llevará a cabo el jueves, 3 de febrero, pero no han sido muchos los partidos que han adelantado su voto a favor.

Compromís, Más País y Teruel Existe han anunciado su voto a favor este mismo martes tras la Junta de Portavoces del Congreso, sumándose al voto en positivo del Partido Regionalista de Cantabria. Respecto a las primeras formaciones, ha sido Joan Baldoví el que ha explicado que han llegado a un "acuerdo conjunto" en el que se sienten "representados".

"No es la reforma de Compromís. Está por debajo de las expectativas que se generaron. Es una reforma que no gusta a mucha gente pero que supone avances indudables. Ante el dilema de quedarnos con la reforma de Mariano Rajoy, preferimos avanzar en esta reforma y en el acuerdo al que hemos llegado", ha agregado el diputado valenciano.

También se ha mostrado a favor del decreto de la reforma laboral, pero "sin tocar una coma", Edmundo Bal. El portavoz adjunto de Ciudadanos se ha mostrado "optimista con que se valide el decreto el jueves" tal y como está y ha tachado de "catástrofe" el hecho de que el Gobierno de Sánchez hubiera cedido "a las presiones de Esquerra Republicana, EH Bildu y la CUP". A su juicio, con este paquete de medidas "ganarán los españoles", por eso dice que su partido estará "al lado de empresas y sindicatos".

Ciudadanos, optimista con que la validación de la reforma laboral salga adelante "sin tocar una coma"

Sin embargo, los apoyos de Compromís, Más País, Teruel Existe y Ciudadanos no son suficientes para que el Ejecutivo saque adelante la validación del decreto.Por eso, Bal ha llamado al "sentido común del PNV" para que se pronuncie en la misma línea.

Pero la opción de la formación naranja no gusta a las fuerzas progresistas, que piden al presidente que dialogue con el bloque de la coalición porque "quedan dos años de legislatura y deberíamos aprovecharlos para aprobar leyes que signifiquen avances". Así lo ha manifestado Baldoví, que cree que "no es un buen mensaje que esto se apruebe con Ciudadanos".

En la misma línea se ha pronunciado Inés Sabanés, de Equo, que ha advertido al Gobierno de que debe trabajar "hasta el último momento para consolidar los acuerdos del bloque de investidura". Esto, dice, es lo que le "da estabilidad a la reforma laboral y a la legislatura".

No es un buen mensaje que esto se apruebe con Ciudadanos"

Joan Baldoví

Para Unidas Podemos, que ha apostado por recabar los apoyos de Esquerra Republicana, "es importante la mayoría que sustente la reforma". Según ha explicado Pablo Echenique, su partido espera que "en las horas que quedan se concite el apoyo de los grupos de la investidura", entre los que se encuentran ERC o EH Bildu, que se han postulado en contra. Por su parte, Aina Vidal cree que "no hay una explicación para votar 'no'" y ha sido muy contundente: "No contemplamos, bajo ningún concepto, esta reforma con los votos de la derecha".

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha informado de que "bajo el liderazgo de Yolanda Díaz se están recabando todos los apoyos" y ha pedido que se le dé tiempo a la vicepresidenta y titular de Trabajo "para conseguir todos los acuerdos posibles".

El portavoz de los socialistas en el Congreso ha defendido que el Ejecutivo ha "trabajado intensamente con los grupos para aprobar el decreto en los términos del acuerdo con sindicato y patronal y sin tramitarlo como proyecto de ley". El objetivo es "contar con el mayor número de apoyos del hemiciclo, el mayor número de grupos parlamentarios". Mientras, desde Moncloa se resisten a dar por perdidos a las formaciones de Gabriel Rufián y Aitor Esteban, pero sí sacan de la ecuación a Bildu.

Bildu cree que esto puede dejar "heridas abiertas" y que habrá que "trabajar para rehacer" el bloque de la investidura

Precisamente, Mertxe Aizpurua ha pronunciado un 'no' tajante a esta reforma, la que considera "una ley muy importante". La diputada de Bildu ha asegurado que a ellos se les "ha cerrado las puertas desde el principio" para modificar aspectos del texto y no ha habido ninguna "negociación". Sí reconoce que hay algunos avances respecto a la reforma del PP, pero a su juicio, "la columna vertebral sigue intacta" y no van a "renunciar a defender a los derechos de los trabajadores".

Para los de Bildu esto "puede dejar heridas abiertas" en el bloque de la investidura, pero no tendrán "una posición obstruccionista" y si "este bloque se rompe", aseguran, "habrá que trabajar después para rehacerlo".

También en contra se ha manifestado Néstor Rego, del Bloque Nacionalista Galego, que ha acusado directamente al Ministerio de Trabajo de no haber mostrado "interés" para convencerlos, aunque sí recibieron la llamada del PSOE. El BNG votará en contra el próximo jueves y pide que se derogue de manera íntegra la reforma de los 'populares' porque el texto "mantiene la barra libre para despedir".

La reforma, en manos de un puñado de diputados

Así las cosas, en estos momentos la reforma cuenta con los votos a favor de PSOE y Unidas Podemos, Ciudadanos, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe y el Partido Regionalista de Cantabria, lo que suma 170 apoyos. En el 'no' se sitúan, por contra, el PP, Vox, ERC, EH Bildu, el BNG, la CUP, Junts per Catalunya y el PNV, lo que supone un total de 172 diputados en contra.

De esta forma, ahora mismo la reforma quedaría en manos de lo que hagan siete parlamentarios: los cuatro diputados del PDeCat, los dos de UPN -formaciones ambas que celebrarán ejecutivas este miércoles- y Pablo Cambronero, el diputado que dejó Ciudadanos y que se debate entre el 'no' y la abstención.

La votación, en cualquier caso, se prevé muy ajustada: que la reforma salga adelante o no puede dirimirse en apenas un par de votos, con el riesgo de que alguien se equivoque a la hora de emitir el suyo, puesto que la votación será presencial.

laSexta/ Noticias/ España