Los reyes y los príncipes, recibidos con aplausos en el Día de las Fuerzas Armadas

La jornada más patriótica para los asistentes al Día de las Fuerzas Armadas comenzaba desde bien temprano. Un acto que para dar ejemplo, este año ha sido muy austero. Y no todos lo han aceptado, aunque para la mayoría es lógico.

No ha habido desfile militar ni recepción oficial, la austeridad marca el día las fuerzas armadas con un único acto al que han acudido lso reyes y los príncipes. En esta ocasión no ha habido pitada como la de los príncipes en el Liceo, sólo vivas al rey y a la reina y aplausos.

Se trataba de la reaparición del rey en un acto de Estado después de tres meses recuperándose de su operación de cadera. Tras el acto en la plaza de la Lealtad ha tenido lugar un almuerzo, también austero -con sólo 14 comensales- en Zarzuela.

Durante el brindis antes del almuerzo el rey ha transmitido un mensaje de "reconocimiento, gratitud y cariño" a las Fuerzas Armadas, ha destacado su "extraordinaria labor en España y más allá de nuestras fronteras" y ha elogiado su "profesionalidad" y su papel "siempre en beneficio de la seguridad y la libertad de las personas".

El monarca ha subrayado la "vocación de servicio a España" de los miembros de los Ejércitos y la Guardia Civil, y ha añadido que al representar "tan dignamente" a la nación en todo momento ello hace "que todos los españoles nos sintamos muy orgullosos de vosotros".

Vestido, al igual que el Príncipe, con el uniforme militar con el que ha presidido el homenaje de la Plaza de la Lealtad, ha aludido "muy especialmente" en su breve discurso a la "vocación de servicio" a España de militares y guardias civiles, algo que hace que los españoles se sientan "muy orgullosos" de ellos.

El jefe del Estado ha pedido a los comensales reunidos en el comedor del Palacio de la Zarzuela que trasladaran su mensaje a esos hombres y mujeres y ha brindado "por las Fuerzas Armadas, por la Guardia Civil y por España".