POR LA DEROGACIÓN DE LA REFORMA LABORAL
Sánchez tuvo que llamar a los agentes sociales para transmitirles tranquilidad sobre el pacto con Bildu
Varias fuentes a laSexta confirman que el presidente del Gobierno habló con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi que, sin embargo, asegura este viernes que nadie le ha llamado desde el Gobierno.
Jueves "duro" de llamadas y palabras cruzadas en el Gobierno. Tras el anuncio este miércoles del acuerdo con EH Bildu, las reacciones fuera y dentro del Ejecutivo se han sucedido, con algunas voces disonantes con este anuncio.
Ante esta situación y con la salida de la CEOE del diálogo social a modo de protesta, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo que implicarse personalmente y llamar a los agentes sociales, a quienes trasladó tranquilidad, según ha podido saber laSexta.
Además, les aclaró que la nota que publicó el PSOE sobre el acuerdo con Bildu era la que se llevará a cabo en las próximas fechas, un comunicado en el que se omitía la derogación "íntegra" de la reforma laboral y se ceñían al acuerdo de investidura entre PSOE y Unidas Podemos.
Varias fuentes confirman a laSexta que Sánchez habló personalmente con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, a la hora de comer, y también con los líderes sindicales. Sin embargo, este viernes, Garamendi ha defendido en una entrevista en Cope que nadie se ha puesto en contacto con él desde el Gobierno.
"Nosotros queremos sentarnos en la mesa para hablarnos de las cosas del comer, pero no si el de enfrente tienes las cartas marcadas", critica. Sin embargo, fuentes del Gobierno confirman a laSexta que esa llamada sí que se produjo este jueves y fue antes de la hora de la comida.
En 'Más Vale Tarde', Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, señaló que "los que han roto los puentes son los partidos que habían firmado el pacto o en todo caso el Gobierno", tachando el acuerdo de "irresponsabilidad". "Son cosas que despistan a todo el mundo y crea una distorsión tremenda de lo que es la seguridad jurídica. Da una imagen terrible de España", añadió.
Desde el Gobierno, no creen que el enfado de la CEOE tenga mucho más recorrido que el mostrado hasta ahora. Garamendi dio también las claves para retomar el diálogo social: "Lo primero que nos lo expliquen. Me gustaría saber qué significa esto. No voy a ir a sentarme en una mesa si resulta que ya está decidido todo. No me hagan sentarme a perder el tiempo".
Las tensas horas de un día "duro" para el PSOE
No fue el día más fácil del Ejecutivo en lo que lleva de legislatura. Su miedo a perder la votación de la prórroga del estado de alarma les llevó al pacto con Bildu, según reconocen fuentes del partido a laSexta. Es más, dentro del partido ya reconocen que se ha tratado de un error.
Aunque en un principio se afirmó que Sánchez estaba al margen de la negociación con Bildu y se señaló a Adriana Lastra, cuya firma está en el acuerdo junto a la de Pablo Echenique y Mertxe Aizpurua. Sin embargo, fuentes confirman a laSexta que el presidente del Gobierno estaba al tanto de las conversaciones.
Desde el Ejecutivo, achacan la polémica levantada a una cadena de errores debido a ese miedo a perder la votación. La consigna que se trasladó desde Moncloa era sacar la prórroga con el mayor número de votos posibles, aunque no se terminaban de fiar de la postura de Ciudadanos en la votación.
También según pudo saber laSexta, ni Nadia Calviño ni Yolanda Díaz estaban al tanto de la publicación de este comunicado, centrándose ahora en intentar reestablecer ese diálogo social. Fue Nadia Calviño la que más dura se mostró con este acuerdo.
La ministra de Economía, que llamó a Sánchez para intentar frenar el acuerdo en cuanto se enteró, tachó de "absurdo y contraproducente" abrir el debate de la derogación de la reforma laboral, algo que podría "generar inseguridad en este momento".
Pese a este escenario, desde el principal partido de Gobierno creen que todavía queda mucho partido por jugarse.
La nota aclaratoria del PSOE
Al lío generado por el anuncio del acuerdo, se añaden las distintas versiones arrojadas por las partes involucradas en el mismo. Si el documento firmado por PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu habla de derogación "íntegra" de la reforma laboral, el PSOE evitó poner esa palabra en una nota publicada a media noche.
En la mañana del jueves, Pablo Iglesias defendió que se trata de una revocación íntegra, con Lastra y Aizpurua restando importancia a la "polémica por un adjetivo" generada.
"El acuerdo se mantiene en lo que es, habrá que detallar en qué se concreta", decía Mertxe Aizpurua en 'Al Rojo Vivo'. Un acuerdo que desde el PSOE muchos ya ven como un error y que fue sacado adelante por el miedo a perder la votación por la prórroga del estado de alarma.
Reacciones de dirigentes territoriales del PSOE
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha ha manifestado su "apoyo al Gobierno de España con mucha claridad y, particularmente, a la vicepresidenta que tiene que dirigir la Economía".
Sin embargo, también hay malestar entre los socialistas. Dentro del partido, están a los que no les ha gustado nada el pacto con Bildu, como es el caso de Abel Caballero: "Fue un error; con Bildu ni siquiera los buenos días", dijo el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias en Más Vale Tarde.
En esta lista de agraviados, también están sus apoyos en la investidura. Andoni Ortuzar, el presidente del PNV, ha advertido en 'ETB' que "el depósito de confianza del PNV en el Gobierno tiene la luz de reserva encendida". "No sé con quién pretende gobernar, pero con todos en un 'totum revolutum' no es posible", ha criticado Ortuzar.
Por su parte, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ha afirmado en Twitter que "diez votos seguros de la derecha a cambio de más banderas o 13 votos republicanos de izquierdas a cambio de más ayudas sociales; ese es el único dilema que hay; 15 días para escoger".