Continúa el choque constitucional
El Senado tramitará la reforma de la sedición y la malversación sin las enmiendas paralizadas por el Constitucional
Así lo ha acordado la Mesa de la cámara después de que el bloque conservador del TC haya frenado la reforma para renovar el tribunal. La decisión ha salido adelante con cuatro votos a favor (tres del PSOE y uno del PNV) y uno en contra del PP.
La Mesa del Senado ha acordado este martes continuar con la tramitación de la reforma del Código Penal, que deroga el delito de sedición y modifica el de malversación, sin las enmiendas que paralizó a última hora de este lunes el Pleno del Tribunal Constitucional (con mayoría de magistrados conservadores frente a progresistas)para la renovación del propio tribunal.
Así lo ha deliberado este órgano, que se ha reunido antes de que se produzca la cita de la Comisión de Justicia, tras un debate de carácter extraordinario que se ha saldado con cuatro votos a favor (tres procedentes del PSOE y uno del PNV) frente al voto en contra de los populares, que continúan bloqueando todo movimiento impulsado por el Gobierno en este sentido.
Precisamente, según fuentes parlamentarias, el PP ha discrepado de la fórmula elegida por la Mesa para acatar la resolución del Supremo. Asimismo, la Mesa, presidida por el socialista Ander Gil, también ha anunciado que se personará en el recurso de amparo por el que el Pleno del Tribunal Constitucional decidió paralizar la reforma en las Cortes del propio tribunal.
"Acusar recibo, personarse y ser parte en el recurso de amparo avocado número 8263-2002, disponiendo que la representación y defensa de la Cámara sea asignada, de conformidad con el Estatuto del Personal de las Cortes Generales, a la Letrada de las Cortes Generales, doña Isabel María Abellán Matesanz, Directora de la Asesoría Jurídica de la Secretaría General del Senado, con quien se entenderán las sucesivas diligencias y trámites", es lo que ha acordado la Mesa.
Avanza así una situación que, horas antes, generó un choque institucional sin precedentes y que derivó en una cascada de indignación en el Gobierno, en las Cortes y entre los partidos a la izquierda del arco parlamentario. Por una mayoría de seis a cinco, incluyendo los votos de los dos magistrados con mandato caducado a los que se pedía apartar, el pleno del Tribunal Constitucional avaló el recurso del PP, permitiendo así paralizar la reforma del Gobierno que tenía por objetivo la renovación del propio órgano.