SE LE CONSIDERA EL CABECILLA JUNTO AL EXCONSEJERO DEL PP MADRILEÑO

Marjaliza vuelve a la cárcel tras declarar durante tres horas ante el juez de la Púnica

David Marjaliza, socio del exconsejero madrileño Francisco Granados, ha sido trasladado de vuelta a la cárcel de Soto del Real (Madrid) tras declarar durante tres horas ante el juez del caso Púnica, Eloy Velasco, y haber contestado ayer por primera vez a las preguntas del magistrado otras dos horas.

La declaración de Marjaliza, la primera que presta por este caso -cuando fue detenido en octubre se negó a declarar-, está bajo secreto de sumario, por lo que su contenido no ha trascendido, aunque sí que el juez ha decidido que debe permanecer en prisión y mantiene los cargos contra él.

Marjaliza ha declarado durante unas tres horas ante Velasco tras ser trasladado a la Audiencia Nacional por un furgón de la Guardia Civil, el mismo que ayer le recogió de este tribunal a las nueve de la noche después de haber declarado otras dos horas.

En las cinco horas de declaración solo han estado presentes el juez, las dos fiscales del caso Púnica, Teresa Gálvez y Carmen García, y su abogado, José Antonio Choclán, al encontrarse la causa bajo secreto. Según fuentes jurídicas, el imputado podría tener que volver a la Audiencia Nacional en los próximos días para algún tipo de diligencia, que no han precisado las fuentes.

Esta es la primera vez que el socio de Granados responde a las preguntas del juez sobre su implicación en la trama de corrupción, de la que se considera el cabecilla junto a Francisco Granados, los dos únicos imputados que continúan en prisión desde que ingresaron en octubre a raíz de su detención en la operación Púnica.

Velasco decidió volver a citar a Marjaliza para que aclarara extremos nuevos que se han desvelado en los últimos meses de investigación de la causa. En concreto, le pretendía interrogar, bajo secreto de sumario, sobre presuntas operaciones de lavado de dinero en Singapur y operaciones con obras de arte en Suiza para blanquear fondos, aunque no ha trascendido el contenido de su comparecencia de hoy ante el juez y las fiscales del caso. 

La Audiencia Nacional ratificó el pasado abril la prisión de Marjaliza porque había un "elevado riesgo" de que se fugara y destruyera pruebas en vista de las líneas de investigación abiertas contra él, entre ellas la de sus más de 150 empresas.

Este riesgo se reveló cuando, en el registro de su domicilio el pasado abril, se encontraron ocultos detrás de cómodas, debajo de colchones, dentro de una maleta y en bolsas situadas bajo las camas, documentos consistentes en correos referidos a cuentas bancarias en Suiza y Singapur.

La Guardia Civil encontró además en una vivienda de los padres de Marjaliza algunas obras de arte que los agentes sospechaban que podían haber sido compradas para blanquear dinero. Dentro de esa ronda de diligencias ordenadas por el juez en abril, agentes de la Guardia Civil se trasladaron asimismo a Suiza para colaborar con la Policía de ese país en unas diligencias sobre el caso en una entidad bancaria relacionada con Marjaliza. 

En el auto de ingreso en prisión del pasado octubre, el juez consideraba a Marjaliza como la "cabeza de un amplio entramado empresarial núcleo de una organización criminal", así como "centro" de una "amplia red de tráfico de influencias que ha patrimonializado la actividad pública de contratación y de urbanismo con la colaboración de funcionarios y autoridades". 

Este empresario, que ganó un total de 257.412 euros en seis sorteos de la Lotería Nacional y dos de la ONCE, se aprovechó presuntamente, según el juez, de sus "amplias relaciones personales y políticas para lograr las adjudicaciones irregulares tanto para sus propias empresas como para terceros, recibiendo una comisión por su actuación".

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