Habla el vicepresidente segundo
"Sí, somos muy cabezones": Iglesias reivindica la presión de Podemos en el Gobierno para "cumplir los acuerdos firmados"
El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos defiende que seguirán trabajando para que se cumpla el programa del Gobierno de coalición ya que les "votaron para eso".
Pablo Iglesias, líder de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, reivindica el papel de la formación que lidera en el Gobierno de coalición, asegurando que son "muy cabezones" para conseguir que los acuerdos firmados "se cumplan".
Durante el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, Iglesias ha respondido así a las palabras que María Jesús Montero le dirigió en los pasillos del Congreso de los Diputados, cuando le llamó "cabezón".
"Tenemos que seguir trabajando para que se cumpla el programa de Gobierno. Y, en concreto, en lo que se refiere a los próximos días y semanas, vamos a seguir trabajando para garantizar que a ningún hogar vulnerable se le corte la luz, el agua o el gas en este contexto de emergencia; vamos a seguir trabajando para dejar atrás la reforma laboral del PP y para mejorar los salarios y la capacidad de negociación de los trabajadores, tal y como se comprometió este Gobierno; y vamos a seguir trabajando también para que los pensionistas en este país no pierdan derechos y poder adquisitivo. Que a nadie le quepa ninguna duda", ha explicado Iglesias.
Afirma el líder de la formación morada que les "votaron para eso", reconociendo que ha habido "discrepancias y tensiones" al defender "intereses distintos". Eso sí, relativiza estas tensiones: "Todos los avances sociales son fruto del conflicto político, que es motor de la democracia".
Antes de acabar su comparecencia, ha dedicado otro mensaje a sus socios de Gobierno, lamentando que hayan votado en contra de investigar las informaciones de Juan Carlos I. "Creo honestamente que los partidos monárquicos deberían ser los primeros interesados en que esto se pudiera dar, porque la negativa reiterada a que la Cámara que representa la soberanía popular pueda fiscalizar a la monarquía, lejos de hacerle un favor, lo que hace es poner en cuestión el principio mismo de monarquía parlamentaria", argumenta.