Lo pone en cuarentena
Trabajo responde a Saiz sobre la baja laboral flexible: "No es una opción, la incapacidad temporal es un derecho"
El ministerio reitera que cualquier ajuste a las bajas laborales debe centrarse en la protección de la salud y seguridad de los empleados, mientras se consideran propuestas como la reincorporación escalonada para facilitar el regreso al trabajo tras ausencias prolongadas.
El Ministerio de Trabajo ha respondido a la propuesta planteada por la ministra Elma Saiz y su equipo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sobre la flexibilización de las bajas laborales. Desde Trabajo han recordado que la Incapacidad Temporal (IT) "es un derecho de las personas trabajadoras al que se accede por prescripción médica y que determina que estas personas no pueden trabajar, por lo tanto, no es una opción".
Fuentes del Ministerio de Trabajo han señalado que, si bien no tienen detalles concretos sobre la propuesta de Seguridad Social, están abiertos a valorar medidas que puedan mejorar la reincorporación de trabajadores en situaciones muy específicas. Un ejemplo que mencionan es la reincorporación escalonada tras una baja prolongada, como puede ser el caso de un trabajador que ha superado un tratamiento contra el cáncer, pero que no está en condiciones de trabajar a jornada completa de inmediato. Estas propuestas ya están siendo discutidas en la Mesa de Diálogo Social, que lleva meses trabajando en la mejora de la prevención de riesgos laborales.
Mesa de trabajo sobre incapacidad temporal
Por su parte, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha anunciado la creación inminente de un grupo de trabajo para evaluar la evolución de la Incapacidad Temporal, en línea con los compromisos del último Pacto de Pensiones. Este grupo analizará, junto a sindicatos y empresarios, posibles reformas para mejorar las prestaciones y adaptarlas a nuevas realidades laborales, siempre desde la voluntariedad y con la salud del trabajador como prioridad.
Ambos ministerios coinciden en que cualquier cambio debe ser consensuado en el marco del diálogo social, respetando la supervisión médica y garantizando que la salud de los trabajadores sea el eje central de cualquier decisión.