ENTRE 2008 Y 2015
15 millones de dinero público en 345 tarjetas: el demoledor informe de la Cámara de Cuentas sobre los gastos de la Comunidad de Madrid
La Cámara de Cuentas analiza gastos de tarjetas por valor de 15 millones de euros, repartidas en 47 entidades y dos consejerías de la Comunidad de Madrid entre los años 2008 y 2015.
Comidas, billetes de avión, gastos de representación... La Cámara de Cuentas ha desglosado en un informe los gastos de un total de 345 tarjetas de crédito repartidas en 47 entidades y dos consejerías entre los años 2008 y 2015.
En este informe, se concluye que no constan actuaciones de control dirigidas a la utilización de estas tarjetas. El volumen total de las operaciones llevadas a cabo por estas tarjetas fue de 15 millones de euros, reduciéndose paulatinamente desde 2008 (4 millones de gasto en 49 centros) hasta 2015 (901.000 euros en 17 entidades). La mayor irregularidad llega de 'Gastos desconocidos', correspondiente a un desglose que realiza dicho informe para exponer la suma cuyo destino no conocen las fuentes de la investigación.
Los organismos que más dinero gastaron a través de estas tarjetas fueron Metro de Madrid (3,8 millones de euros), el consorcio institucional ferial de Madrid (3,4 millones), RTVM (2,1 millones) y Promomadrid (1,2 millones). En esta línea, un alto responsable de IFEMA gastó más de un millón de euros en los ocho años analizados por la Cámara de Cuentas.
Las entidades bancarias que emitían la mayor parte de estas tarjetas eran Bankia, Santander, Caixabank, Banco Caja España y American Express. "No se dispone de relaciones centralizadas de las tarjetas de crédito utilizadas en el ámbito de la Comunidad de Madrid y tampoco constan actuaciones de control, específicamente dirigidas a la utilización de tarjetas de crédito, realizadas por parte de la Intervención General de la Comunidad de Madrid", asegura el informe.
Otra conclusión que apunta la Cámara de Cuentas es que los cargos públicos que mantuviesen su tarjeta después del 31 de octubre de 2016 no cumpliría el código ético que se aprobó ese día y en el que se prohibía el uso de estas tarjetas para "gastos derivados del ejercicio de sus funciones", recogido en el apartado Octavo.7 del mismo.