Ni ahorrar, ni emanciparse
¿Ahorrar o emanciparse? El dilema de los jóvenes españoles que ven caer su renta 7.000 euros en dos años
En 2022, dos de cada tres jóvenes vieron cómo emanciparse se convertía en una utopía después de que su renta cayera en los últimos dos años 7.000 euros y los precios subieran. Dos situaciones que les impiden ahorrar para poder vivir por su cuenta, tal y como ellos mismos denuncian.
La dificultad de los jóvenes (menores de 35 años) para emanciparse crece cada vez más. En 2008 eran la mitad (53%) los que no podían permitírselo, en 2022 ya son dos de cada tres, es decir, el 66%. Según el Banco de España, su renta ha caído en dos años en 7.000 euros, esto unido al aumento de precios, les hace imposible el ahorro, tal y como ellos mismos denuncian.
Ángel Muñoz, un joven de 26 años está de inquilino en un piso compartido, pero considera que esta es una "decisión impuesta y obligada" porque es imposible vivir solo. "No hay posibilidad de decisión", denuncia.
En una situación similar se encuentra Sandra Moya, que paga 850 euros al mes por su alquiler y ve su capacidad de ahorro mermada. "Siento que he llegado tarde", manifiesta, ya que hace unos años con su salario podría haberse permitido "estar en un estudio".
Carlos Entenza, por su parte, tiene un contrato indefinido, pero todavía no ha podido independizarse, por lo que sigue viviendo con su madre. "He tenido que elegir entre tener capacidad de ahorro o independizarme", explica la situación que se les presenta a muchos jóvenes.
Según reflejan los datos, el 65,9% de los menores de 35 años siguen viviendo en los hogares familiares. "Lo hemos normalizado", se lamenta Carlos, quien asegura que los jóvenes de hoy en día se "centran en subsistir". Es por eso que incide en que el "foco" tendría que ponerse en cada vez vivir mejor", en vez de normalizar este tipo de situaciones. "Queremos vivir con más dignidad", reclama Sandra, quien descarta la capacidad de poder comprarse una vivienda por sí misma sin la ayuda de sus padres, y asegura que su principal problema es "la entrada".
"Me molesta la narrativa de la meritocracia que nos pone mucho peso en la espalda de nuestros propios problemas cuando es un invento para justificar la desigualdad", critica Carlos, quien asegura que "está el riesgo" de que el problema de la emancipación "se lea como fracaso individual", en vez de como lo que realmente es, "un fracaso de un sistema que no está funcionando".