Las consecuencias de sucumbir a las rebajas

Alargar o reutilizar: las claves para evitar que el consumismo acabe con el planeta

Grupos ecologistas piden al Gobierno que acaben con la obsolescencia programa de productos electrónicos y de la ropa y que garanticen el derecho a reparar sus dispositivos.

Con la llegada del Black Friday o posteriormente las rebajas de Navidad, muchas personas aprovechan para renovar sus dispositivos electrónicos o su armario. Sin embargo, cuanto más alarguemos la vida de estos aparatos o la de la ropa, más alargamos la vida del planeta. Por esta razón, grupos ecologistas piden al Gobierno que acabe con la obsolescencia programada.

"Me he comprado una blusa que tenía ya fichada monísima, un jersey y un pantalón de pana", "Jersey clasiquito de cremallera", son comentarios que se repiten sin parar y que hemos normalizado. Ante la llegada de los descuentos y haga falta o no, nos lanzamos a comprar compulsivamente, atraídos por los precios.

De media cambiamos de móvil cada tres años y medio y cada seis años de ordenador, de hecho, la mayoría de las personas opta por comprar un producto nuevo antes que repararlo en cuanto empieza a fallar. Con la ropa pasa exactamente lo mismo, en lugar de hacer un remiendo, acudimos a una tienda a la mínima que podemos, para satisfacer el deseo consumista. "Porque es nuevo, porque funciona mejor, porque la calidad de la cámara también es mejor", ha contestado una chica cuando se le preguntan las razones de su cambio de móvil.

La asociación Amigos de la Tierra estima que duplicar su vida útil evitaría la emisión de 28 millones de toneladas de CO₂, lo mismo que 17.000 coches circulando sin parar durante un año. Por este motivo, Adriana Espinosa, responsable de Recursos Naturales de Amigos de la Tierra, asegura que "necesitamos que el Gobierno adopte medidas como garantizar el derecho de las personas a reparar su móvil y su portátil". Solo así, dicen, frenaríamos el brutal impacto que tiene el consumo desmedido en el medioambiente.

Según Greenpeace, la industria textil está detrás del 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Y no parece que se vaya a detener, de hecho, se estima que en 2040 la producción de ropa se podría multiplicar por cuatro. Asimismo, la Unión Europea considera que en España solo el 4% de la población recicla correctamente. Sara del Río, responsable de Investigaciones de Greenpeace, afirma que "la escala de la generación de residuos, de residuos textiles y de residuos de ropa, es tan grande que no hay capacidad".

Ante esta situación muchos países recurren a terceros y su mala gestión provoca que muchas veces esa ropa acabe tirada, abandonada o quemada. A eso hay que sumarle el consumo de agua, solo en la fabricación de una camiseta se gastan 2.700 litros y en la de un pantalón 7.500. Es por ello que si queremos alargar la vida de nuestro planeta, debemos alargar o reutilizar la vida de la ropa y la tecnología.