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Admite los hechos por primera vez

Albert López, condenado por el crimen de la Guardia Urbana, reconoce que asesinó al exnovio de Rosa Peral

La abogada de Rosa Peral está a la espera de saber "exactamente en qué consiste la confesión" de Albert para solicitar la revisión de la condena de Rosa, a la que impusieron 25 años de cárcel.

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Albert López, condenado a 20 años de cárcel por el llamado 'crimen de la Guardia Urbana', ha reconocido ahora, en el marco del tratamiento individual de reinserción que está siguiendo en prisión, que cometió el asesinato, lo que le facilitaría obtener permisos penitenciarios.

Según ha avanzado El Periódico y han confirmado a EFE fuentes cercanas al caso, el reconocimiento de los hechos es una cuestión clave que las juntas de tratamiento de las prisiones tienen en cuenta para otorgar permisos, por lo que admitir el crimen sitúa a López en una situación más ventajosa para obtener beneficios penitenciarios.

Nuria González, abogada de Rosa Peral, está a la espera de saber "exactamente en qué consiste la confesión" de Albert para solicitar la revisión de la condena de Rosa, a la que impusieron 25 años de cárcel, ya que considera que el relato de la sentencia puede cambiar, según ha informado 'El Periódico'. La letrada podría pedir al Tribunal Supremo una revisión extraordinaria de la condena contra Rosa.

López, que era guardia urbano de Barcelona, fue condenado en abril de 2020 a 20 años de cárcel por asesinar junto a su compañera Rosa Peral a la pareja de ella Pedro R., también agente del cuerpo, en un triángulo amoroso. Ni Albert López ni Rosa Peral reconocieron nunca el crimen ante los tribunales.

De hecho, se culparon mutuamente de haberlo cometido, aunque la Audiencia de Barcelona acabó por condenarlos a ambos por asesinato. López, interno en la cárcel Quatre Camins de La Roca del Vallès (Barcelona), está en condiciones de acceder en breve a permisos penitenciarios, que los presos pueden obtener una vez cumplida una cuarta parte de la condena, una decisión que está en manos de la junta de tratamiento de la cárcel.

El condenado está siguiendo un programa individual de tratamiento de reinserción en el que, además de expresar el reconocimiento del delito cometido y su arrepentimiento, tiene posibilidad de acceder a cursos de formación, otro de los elementos que las juntas de tratamiento tienen en cuenta para decidir sobre el itinerario penitenciario de los reclusos.

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