Una media de 28 muertos al día

El año más letal de las fronteras españolas: más de 10.000 muertos mientras los discursos de odio se disparan

El contexto Las rutas migratorias hacia nuestro país se han convertido en tumba para miles de personas que huían de la violencia o buscaban un futuro mejor y nunca lograron llegar a su destino.

Este 2024 ha sido el año más mortal en nuestras fronteras. Más de 10.000 personas han muerto intentando llegar a España, la mayoría en la ruta canaria, según las cifras de la ONG Caminando Fronteras.

Fátima Essamy es una de las supervivientes de esa ruta migratoria, la más mortífera del mundo llegó a España hace un año tras dos días a la deriva con su hija de cuatro años en una embarcación en la que también iban otras 57 personas. Un año en España que le hace estar contenta, pese al trayecto, porque su hija ya está escolarizada y ella confía en conseguir los papeles pronto y así poder empezar a trabajar.

Ella llegó, pero otros tantos no lo hacen. Este año, concretamente, 10.457 personas han fallecido tratando de llegar a España. 9.757 personas han muerto en pateras o cayucos tratando de llegar a Canarias este año. Esto supone una media de 28 muertes cada día.

Y desde Caminando Fronteras, la ONG que ha recopilado estos datos, apuntan que los países ni siquiera contabilizan las víctimas. "Siempre vemos las llegadas porque los estados no están contando a las víctimas. Hay una estrategia de invisibilidad a las víctimas", dice Helena Maleno, fundadora de la organización.

Una estrategia basada, dicen, en la omisión de socorro, en externalizar las responsabilidades y en criminalizar a quienes intentan migrar: "Pueden seguir haciendo estas políticas mucho más, porque la sociedad no responde y por qué esos mensajes de la extrema derecha no solo han calado a la derecha, han calado también a la izquierda".

Todo en un año, destacan las ONG, en los que los discursos de odio se han disparado y, con ellos, las mentiras. "En el imaginario colectivo, han logrado incorporar algunos contextos que no son ciertos. Son mentiras con interés; dar carta de naturaleza a esos argumentos esto es muy peligroso", asegura Vicente Baeza, responsable de Movilización Social y Comunicación en Movimiento Por la Paz.

Cuando la realidad, como la de Fátima, es otra completamente diferente: "Yo vine a España para un futuro bueno para mí y para mi hija también". El mismo motivo que comparte con muchos otros. Las muertes se pueden evitar, dicen las organizaciones humanitarias, porque quienes lo necesiten van a seguir migrando.