Mejorías muy lentas

El antes y el después de Valencia: tras las huellas de una DANA que lo cambió todo hace 30 días

Más problemas que soluciones Un mes después de que se produjesen las intensas lluvias que provocaron el caos en la provincia de Valencia, la evolución de las localidades afectadas es desigual. Aunque en todas se coincide: queda mucho por hacer.

Se cumple un mes desde que las fuertes lluvias provocadas por la DANA asolasen gran parte de la provincia de Valencia, dejando tras de sí 222 personas fallecidas y cuatro desaparecidas. Han sido días de mucha tensión, trabajo, lágrimas, solidaridad y de tratar de asimilar cómo ha cambiado todo en apenas 30 días. Por esta razón y para evitar los bulos y la desinformación, conviene realizar un repaso por algunas de las localidades más afectadas.

Paiporta puede que se haya convertido en el epicentro de la catástrofe, y no es para menos porque allí 45 personas han perdido la vida. Sin embargo, y aunque parezca impensable, poco a poco, lentamente, se va recobrando la normalidad. Porque la maraña de coches que dejó la riada en las calles ya no está; porque ya no solo retiran lodo los vecinos, sino también el Ejército. Incluso en la iglesia ya se oyen las campanas, pese a que aún no hay bancos donde sentarse.

La situación es diferente en Chiva, donde parece que no ha pasado el tiempo. Algunos de sus edificios no se llegaron a derrumbar el mismo día 29 de noviembre, sino que lo hicieron tiempo después, lo que aumentó la magnitud de la tragedia. Pese a todo, sus vecinos ya pueden asomarse por uno de los puentes que se vino abajo gracias a una pasarela.

Más diferente aún es en Sedaví, donde el tráfico ya ha vuelto a sus calles, a pesar de que hace cuestión de un mes parecía prácticamente imposible siquiera salir de casa. Sin embargo, pese a la mejoría, todavía se necesitan EPI para poder seguir trabajando en las más que costosas labores de limpieza.

Quizás una de las imágenes más impactantes que dejó el temporal fue la del puente de Picanya colapsando y siendo arrasado, lo que incomunicó a una parte de la localidad con la otra. Pues casi coincidiendo con esta fecha, los vecinos vuelven a estar conectados gracias al puente que ha construido el Ejército.

Es cierto que aún queda mucho por hacer, muchas personas que aún caminan entre lodo y que no pueden quitarse el miedo a que una catástrofe de esta magnitud se vuelva a repetir, sin embargo, pese a que son lentos y costosos, los progresos se están produciendo.