Detalles de la investigación
Apaleado hasta la muerte por un cigarro: así fue la brutal agresión a un joven repartidor elegido "al azar" en Logroño
Los agresores le pidieron un cigarro a la víctima. Esta se negó y recibió una descomunal paliza. La víctima estuvo toda la noche malherida en un parque hasta que un vecino alertó. Hay seis jóvenes detenidos por la agresión.
El hombre de 34 años residente en Oyón (Álava) que fue "brutalmente" asesinado el pasado 6 de abril en el parque del Ebro de Logroño -ciudad a la que se trasladada en bicicleta para trabajar como repartidor de comida rápida- fue elegido al azar y sufrió una "brutal" paliza por parte de seis jóvenes, dos de ellos menores de edad.
Todo empezó, al parecer, cuando un grupo de jóvenes le pidió un cigarro a la víctima. Según Jesús Herranz, jefes Superior de la Policía Nacional de La Rioja, en ese momento "empiezan a insultarle", y ha precisado: "Aquello deriva en una primera agresión. Por las lesiones que presentaba, fue algo brutal". Tal y como ha indicado la Policía, eligieron a este hombre al azar, un repartidor de 34 años, y se ensañaron con él.
Es una de las conclusiones de la investigación sobre el asesinato que tuvo lugar en un parque de Logroño en la noche del 6 de abril. "Nos ha sorprendido la violencia gratuita. Vuelven por la víctima a rematarla y no usaron ningún objeto contundente", ha apuntado Eduardo Esteban Pinillos, inspector jefe de la Policía Judicial. Porque lo dejaron malherido, tendido en el suelo. Y minutos después volvieron para quitarle todo lo que tenía.
"Le quitaron la cartera, la bici, la chaqueta...", ha continuado explicado Herranz a laSexta. Fue un vecino quien llamó a emergencias cuando se lo encontró por la mañana. Lo trasladaron al hospital, y allí murió. La investigación se ha saldado con la detención de cuatro hombres que ya están en prisión, y dos chicas, menores de 14 y 16 años, para las que el juez decretó el ingreso en un centro en régimen cerrado.
La Policía no cree así que detrás de la agresión contra la víctima, que era de nacionalidad marroquí, hubiera una motivación racial. "Podía haber sido cualquier otro", han considerado los agentes, insistiendo en que el asesinado no conocía a los agresores. El suceso ocurrió hacia las 23:15 horas del día 6, cuando la víctima estaba apoyada en el aparcamiento del Revellín, en el Casco Antiguo de Logroño, donde, circunstancialmente, se topó con seis jóvenes -cuatro de entre 19 y 25 años y dos hermanas de 14 y 16 años-, quienes le pidieron un cigarro y, ante la negativa a dárselo, discutieron.
Ello desembocó en "una agresión brutal por parte del grupo de jóvenes hacia la víctima , empleando puñetazos dirigidos hacia su cabeza y patadas a lo largo de todo su cuerpo", tras lo que la dejaron tirada en el suelo en estado inconsciente, mientras emanaba sangre de su heridas. Tras abandonar el lugar, volvieron para sustraer a la víctima, que estaba tirada en el suelo, la cazadora, la cartera, el teléfono móvil y la bicicleta, "no sin antes propinarle, de nuevo, sucesivas patadas y puñetazos por todo el cuerpo, dejándola definitivamente abandonada".