De forma tradicional
Aprende a hacer la receta de torrijas de Semana Santa como lo haría tu abuela
Llega Semana Santa y, con ella, su plato estrella: las torrijas. Te enseñamos una receta de abuela, de las de verdad, de las tradicionales, para que disfrutes al máximo este dulce.
Las torrijas son ese postre que te apetece todo el año pero que te sientes culpable si lo haces fuera de temporada. Lo bueno es que a partir de ahora ya puedes aprovechar para cocinarlas sin que nadie te mire mal… porque estamos en Pascua.
Esta receta que te proponemos es tradicional, sin adornos, sin moderneces. Hemos hablado con Carmela Martos, de 75 años y natural de Torredonjimeno (Jaén), para que nos cuente los detalles de su receta de toda la vida, para ajustarnos a la tradición y a nada más a la hora de realizarlas. Porque algunas cosas hay que hacerlas como siempre, y las torrijas son una de ellas.
Para esta receta necesitarás:
- Pan de torrijas
- 1 litro de leche
- 2 huevos
- 200 g de azúcar
- 1 rama de canela
- Canela en polvo
- Aceite de girasol
Modo de preparación
Primero, corta el pan de torrijas en rebanadas de unos 2 o 3 cm, y resérvalas. Después, vierte la leche en un cazo y ponla a calentar sin que llegue a hervir. Ahora, añade la rama de canela y deja que impregne de su sabor a la leche. Después apártala del fuego.
Cuando hayas hecho esto, deja reposar la leche hasta que se temple. Mientras, casca los huevos en un bol y bátelos bien. Tras esto, vierte la leche en una bandeja profunda. Pon a calentar abundante aceite en una sartén a fuego medio. Mientras este se calienta, mete las rodajas de pan en la leche. Mójalas bien para que la absorban, pero con cuidado de que el pan no se rompa.
Una vez mojadas, reboza las torrijas en el huevo por los dos lados. Cuando el aceite esté caliente, fríe las torrijas por los dos lados para que se hagan bien. Cuando las torrijas estén doradas, sácalas y ponlas en un plato con papel absorbente para deshacerte del exceso de aceite.
Ahora, mezcla un poco de azúcar con canela en polvo en un plato. Estando aún las torrijas calientes, rebózalas por la mezcla y colócalas en una fuente para servir. ¡Lo mejor es tomarlas templadas!
Un último consejo: si quieres disfrutar estas torrijas de verdad, acompáñalas con un poco de miel.