Así actúan
Aprovechan la vulnerabilidad de sus víctimas para hacerse con su dinero: el modus operandi de los estafadores del amor
Los estafadores del amor se cuelan en las vidas de sus víctimas través de Internet, se ganan su confianza y entonces empieza el chantaje. La mayoría de afectadas son mujeres que están pasando por un momento vulnerable de sus vidas.
La Guardia Civil ha detenido a dos estafadores del amor que llegaron a timar a 12 personas. Contactaban con sus víctimas a través de las redes sociales y fingían mantener una relación con ellas, pero en realidad solo querían su dinero: así, a base de mentiras y chantajes, consiguieron hacerse con 175.000 euros.
Este tipo de estafadores se cuelan en las vidas de sus víctimas través de Internet y utilizan fórmulas cariñosas para ganarse su confianza. Su objetivo siempre es que les envíen dinero y cuanto más, mejor.
Ana es una de las víctimas de estos estafadores del amor, tal y como relató en Más Vale Tarde el año pasado: ella le abrió su corazón a un hombre que había conocido a través de las redes sociales y que terminó robándole 35.000 euros. "Me pidió 1.000 euros al principio, que a los tres o cuatro días me lo devolvería", contaba.
Otro caso similar es el de María, que supo que su cibernovio no era quien decía ser cuando yale había estafado 5.000 euros. "Que una persona que no conoces se preocupe tanto por ti, dices madre mía, ¿eso es de película no?", explicaba recientemente en Más Vale Sábado.
Son solo dos ejemplos, pero hay cientos de personas afectadas. La mayoría son mujeres y todas suelen tener algo en común: están pasando por un momento vulnerable de sus vidas. Aprovechando esta circunstancia, los estafadores juegan con los sentimientos de sus víctimas y fabrican al hombre perfecto. "Lo que va a hacer él es mostrarse y decir lo que tú quieres", explica en este sentido Blanca Frías, presidenta de la Asociación de Afectados por Estafas Emocionales.
Cuando consiguen la confianza de sus víctimas, entonces empieza el chantaje: sin dinero, la relación no continúa. Un duro golpe para las víctimas, que no solo pierden su dinero, sino también la ilusión que habían depositado en esa relación.