Maltratada y obligada a prostituirse

Arranca en Francia el juicio contra Valérie Bacot tras matar a su violador: "No he pasado página, aún vivo en sus garras"

Su padrastro la violó, maltrató y obligó a prostituirse durante años. Finalmente lo mató por temor a que la matara a ella o a sus hijas. En el banquillo no ha podido contener la emoción al relatar el infierno que sufrió.

Valérie Bacot ha llegado al juicio con la mirada perdida, acompañada por sus familiares y completamente abrumada. Se enfrenta a cadena perpetua por matar a su padrastro, el hombre que la violó, agredió y obligó a prostituirse durante años. En el banquillo, totalmente rota, ha estado rodeada por los suyos hasta que ha dado comienzo el proceso; un juicio que, según ha admitido, hace aún más profunda su herida.

"Este juicio sigue siendo mi lucha contra él. No he pasado página, aún vivo en sus garras", ha señalado Bacot. Ante la jueza ha tenido que relatarlo todo: la primera vez que la violó, la primera vez que la golpeó y los años en los que la obligó a prostituirse. "Va a ser un día largo, pero espero que este juicio sea un hito. Ella se expresará y hablará en nombre de todas las mujeres violadas de Francia", ha asegurado su abogada, Nathalie Tomasini.

Su infierno comenzó siendo tan solo una niña. "Yo tenía 11 o 12 años. Todas las tardes, después del colegio, él venía y me decía: 'Sube'. Y yo sabía lo que significaba", relató en una entrevista. Su padrastro fue denunciado por un familiar y condenado a cuatro años de prisión, de los que solo cumplió dos. Tras ello, volvieron las violaciones y Bacot se quedó embarazada cuatro veces.

"Con el paso de los años fue a peor, con amenazas de muerte a mí o a los niños. Hasta me amenazaba con su pistola", prosiguió contando en la misma entrevista. Bacot se ha echado a llorar cuando la jueza ha insistido en saber por qué lo mató. "Ella lo ha matado, eso no podemos negarlo, pero al mismo tiempo tenemos el porqué lo ha matado. Esa es la gran cuestión", ha asegurado su también abogada Janine Bonaggiunta.

Tras una discusión, Bacot usó el arma con la que tantas veces su padrastro la había amenazado a ella y a sus hijos. "Cogí el arma y solo recuerdo haber cerrado los ojos", aseguró entre lágrimas. Temía que también obligara a su hija de 14 años a prostituirse. Ahora, un jurado popular junto a los magistrados deberán decidir si ella es culpable o una víctima que solo tuvo una salida.

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