DESVINCULA LAS 'PRÁCTICAS' DEL INTENTO DE SUICIDIO
El arzobispado de Burgos admite haber hecho exorcismos a una menor
En una nota de prensa, el arzobispado de la provincia ha reconicido haber sometido a exorcismos a una menor de Valladoliddespués de un intento de suicidio. En el comunicado explica que practicaron los ritos después de la indicación de los padres. El asunto ha salido a la luz tras la denuncia interpuesta por algunos familiares de la joven.
El Arzobispado de Burgos ha reconocido en una nota de prensa que una menor burgalesa fue sometida a varias sesiones de exorcismo en Valladolid, con un exorcista "legítimamente nombrado" por su obispo, tras un intento de suicidio.
El escrito da respuesta a una información que indicaba que una menor se habría intentado suicidar tras ser sometida por sus padres a trece exorcismos, algo que según el rotativo investiga un juzgado de Burgos que estudia la posible existencia de delitos en lo ocurrido.
En la nota del Arzobispado se indica que han hablado con los padres de la joven, que acaba de cumplir dieciocho años, y han asegurado que la decisión de llevar a su hija al exorcista fue "bastante posterior a su intento de suicidio".
Los padres, según el Arzobispado, consideraron conveniente llevar a la niña al exorcista de Valladolid en el mes de abril y las sesiones concluyeron en junio de este año, con el convencimiento de los padres de que ya estaba "sanada".
Los padres también han relatado al Arzobispado que acudieron tiempo atrás a un exorcista de Madrid, aunque la niña no recibió entonces ningún exorcismo. El asunto se ha destapado a raíz de la denuncia interpuesta por algunos familiares de la joven, aunque los acusados no han recibido todavía notificación judicial.
En todo caso, el Arzobispado de Burgos niega que el párroco de la iglesia burgalesa de Nuestra Señora del Rosario haya sido confesor habitual de la joven y asegura que tampoco ha tenido nada que ver con la decisión de llevarla al exorcista, como al parecer indica la denuncia de los familiares.
De hecho, en la nota se afirma que las personas que hayan colaborado con los padres en este asunto lo han hecho a título personal, "nunca por mandato de la parroquia o del Arzobispado". La nota concluye recordando que los exorcismos son una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia como un derecho de todos los fieles.
El Código Canónico exige que el exorcista sea nombrado por el obispo y que valore la oportunidad de realizarlo. El Arzobispado de Burgos reconoce que el exorcista de Valladolid está "legítimamente nombrado" por su obispo.