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Hasta 90 euros por cita

Así es la estafa de dos detenidos por la Policía para vender citas falsas para trámites de extranjería

La Policía Nacional ha comunicado la detención de dos estafadores en Valencia por engañar al menos a 100 personas a través de la venta de cintas falsas para trámites de extranjería.

Los agentes de la Policía Nacional han detenido a dos delincuentes, de nacionalidad argentina, por estafar a través de la venta de cintas falsas para trámites de extranjería. Así lo ha informado este sábado el Ministerio de Interior, los cuales han explicado que ambas personas ya habrían estafado a más de 100 personas aprovechándose de la desesperación de aquellos que no podían conseguir estas citas por los cauces oficiales.

El procedimiento era siempre el mismo: acaparaban casi todas las citas disponibles a través de un bot informático, para después, ofertarlas a través de redes sociales. Cuando las victimas solicitaban información se les facilitaba un numero de teléfono, y a través de mensajería se concretaban el pago, y el lugar y la hora de la cita.

Llegaban a cobrar entre 50 y 90 euros por cita, cuando en realidad, se trata de un trámite público completamente gratuito. Cuando las víctimas acudían a las oficinas de extranjería, comprobaban que dichas citas no existían. El grupo criminal ha sido desarticulado en un municipio de la Comunidad Valenciana y se han intervenido 7.290 euros en efectivo, numerosos dispositivos con los que manejaban el negocio.

La investigación, que por el momento continúa abierta, se inició a raíz de una decena de denuncias puestas por foráneos que expresaban a las autoridades que habían sido estafados con la venta de citas previas para la realización de trámites de extranjería. En todos los casos, los afectados pagaron por una cita que luego comprobaron que no existía.

El perfil de las víctimas corresponde a personas extranjeras con la necesidad de realizar distintos trámites de extranjería -tales como solicitud de protección internacional, toma de huellas para el NIE o solicitud de certificados de ciudadanos de la Unión- y a las que, ante la imposibilidad de conseguir una cita por los cauces oficiales, la desesperación las llevó a pagar por un servicio público que es, en todo caso, gratuito.

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