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Delitos cada vez más frecuentes

Así puedes detectar las cámaras ocultas que utilizan los delincuentes para grabar imágenes íntimas

Los delitos en los que se usan cámaras diminutas y camufladas para grabar imágenes íntimas y después hacer negocio con ellas son cada vez más habituales. A continuación, algunos consejos para detectarlas.

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Aumenta preocupantemente los casos de delitos en los que se usan cámaras ocultas para grabar en espacios públicos sin que nadie se de cuenta y después colgar los vídeos en páginas porno. Hace dos meses, la Policía pilló a dos personas que instalaban falsos ambientadores en baños públicos de Málaga. Eran cámaras que grabaron miles de vídeos de las mujeres que usaban esos baños.

En Valladolid, encontraron una cámara dentro de rollos de papel higiénico, y en Pontevedra, un monitor de tiempo libre se dedicaba a grabar a sus alumnos mientras se duchaban. El último caso ha ocurrido en Elda, donde se ha detenido a un matrimonio que grababa con un boli espía a mujeres mientras las depilaban.

Esto prueba que cada vez es más fácil ocultar cámaras, así que es importante saber cómo detectarlas. Lo primero es que debemos olvidarnos de las viejas cámaras al uso, un aparato más o menos indiscreto y difícil de ocultar en un espacio pequeño.

Ahora están integradas en cualquier objeto, como cargadores. Objetos que aparentemente son iguales al resto, pero con un pequeño objetivo integrado.

Las bombillas también suelen servir de camuflaje perfecto, porque al emitir luz deslumbran y no vemos la cámara que esconden. Las hay de distintos tipos, también de pared.

Además, no hay que descuidar objetos aparentemente inofensivos que alguien se ha dejado. Un bolígrafo o la llave del coche. Y sobre todo, debemos atentos a cualquier tipo de aparato de sobremesa: un router, una radio despertador, o un altavoz... Estos, no solo graban, pueden moverse por control remoto.

Muchos de estos dispositivos tienen detector de movimiento. Los delincuentes las dejan instaladas y solo graban cuando alguien entra.

Una vez sabemos dónde suelen colocarse, la mejor forma de detectarlos es observar de cerca. Por muy camuflado que esté siempre habrá un pequeño punto, aunque sea de un milímetro, por el que podemos ver el objetivo de la cámara.

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