EL AYUNTAMIENTO LES FACILITÓ LA CASA DONDE MURIERON
Así vivían los cuatro niños que convivieron con el cadáver de su madre en Huelva: "No tenían luz ni agua, era una pocilga"
La Junta de Andalucía estudia la situación familiar de los menores que convivieron con el cadáver de su madre y su pareja cuatro díasen una vivienda de La Zarza, Huelva. De momento están con el padre biológico.
Nadie notó nada extraño. Durante cuatro días los menores convivieron con los cadáveres en la habitación de al lado hasta que el casero de la vivienda notó algo extraño. "Le daba un olor feo al pasar y llamó. Y el chico le dijo que su madre estaba dormida pero muy fría", cuenta una vecina.
Bella es la dueña del hostal del pueblo que, junto a su cuñada, dio cobijo durante cuatro días a la familia. Acababan de regresar al pueblo a vivir y se habían instalado en la casa familiar prácticamente abandonada."Yo le preguntaba que cómo estaba ahí. No tenía agua, ni luz, los niños metidos en una pocilga...", ha señalado Bella.
Por eso, le ofrecieron provisionalmente una habitación. Aseguran que los niños estaban limpios y cuidados aunque también afirman que el mayor, de 14 años, cuidaba del resto."Estaba acostumbrado a ponerle a su hermano las cosas. Llevaba a los hermanos al colegio y los arreglaba”, ha afirmado Bella.
El Ayuntamiento les había facilitado el piso donde perdieron la vida pocos días después de instalarse."Ella vino a pedir esa ayuda y por supuesto nosotros se la dimos", ha señalado Juan Manuel Serrano, alcalde de La Zarza. La autopsia ha revelado que la pareja se suicidó mediante la ingesta masiva de medicamentos. Ahora la Junta está investigando la situación familiar para ver con quién se quedan los menores. De momento están en Huelva, con el padre biológico de tres de ellos.
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.