CÁLCULO DETERMINADO POR DOS FORENSES DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO

Asunta llegó a ingerir 27 pastillas de Orfidal el día de su muerte

El cálculo realizado por dos expertas forenses de la Universidad de Santiago de Compostela determina que Asunta Basterra ingirió al menos 27 pastillas de Orfidal de un miligramo el día de su muerte. Además, la ingesta del medicamento se pudo dar sobre la hora de la comida, provocando que no tuviera un efecto tan rápido sobre la pequeña. No obstante, no es posible saber si la cantidad determinada le fue suministrada a la menor en varias dosis o de golpe "desde el punto de vista toxicológico". En cuanto al hallazgo del cadáver, una forense de Imelga considera que la niña fue "colocada" de "forma rápìda".

Asunta Basterra, la niña que fue hallada muerta el 21 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), ingirió al menos 27 pastillas de Orfidal de un miligramo el día de su muerte.

Así lo determina el cálculo que han realizado dos expertas del instituto de ciencias forenses de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) este miércoles durante el juicio que trata de esclarecer el crimen de la menor, del que están acusados sus padres.

Sobre si esta cantidad fue suministrada de golpe o en varias dosis, a las preguntas del fiscal, las especialistas han dicho que "desde el punto de vista toxicológico no se puede saber". Al respecto de cuándo fue tomado el medicamento, han apuntado que "pudo ser" durante la comida, hecho que condiciona, debido a la digestión, que el efecto no sea tan rápido.

Por su parte, la forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que participó, junto a otra compañera, en el levantamiento del cadáver de Asunta Basterra, el 21 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), ha señalado que su "impresión" es que la niña fue "colocada" allí "de una forma más o menos rápida".

Sobre si apreciaron signos de violencia, ha apuntado a las "lesiones leves" que atribuyó al "arrastre" del cuerpo -dos lesiones en la región dorso lumbar izquierda y otra en la región lumbar, por debajo; y una en el tercio distal de la cara anterior de la pierna derecha-, además del "moco sanguinolento que salía por las fosas nasales".

A cuestiones del fiscal acerca de si sopesaron que hubiera sido atropellada, ha indicado que sí, pero que "duró muy poco tiempo". "La razón fue que con anterioridad estuvo allí el equipo el 112 y el médico, como la niña tenía la pierna ligeramente rotada hacia fuera, podría aparentar una rotura de cadera. Esa posibilidad la dejó ahí pero casi con seguridad comentó que podía no tenerla", ha explicado.

Con todo, a continuación ha destacado que, como la ropa interior estaba "bien colocada", algo no habitual en agresiones sexuales, y debido a que no vieron "nada que indicara que hubiera sido agredida", también se vino abajo esta hipótesis.

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