EN SU DECLARACIÓN POLICIAL

Bernardo Montoya dice que al abandonar a Laura Luelmo le puso la mano en el hombro y le dijo "descansa en paz"

El periodista Carlos Quílez señala que en el atestado policial de Bernardo Montoya, "cargado de mentiras y omisiones", el detenido explica que cuando depositó a Laura Luelmo encima de unos matojos y la tapó con unas cañas, sintió una especie de remordimiento y le puso la mano en el hombro para decirle "descansa en paz".

El detenido por la muerte de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, ha confesado que secuestró, intentó violar y mató a la joven profesora zamorana, aunque la autopsia ha confirmado que sí hubo agresión sexual.

Bernardo Montoya, el vecino de El Campillo (Huelva) de 50 años, detenido por su presunta implicación de la muerte de Laura Luelmo, ha confesado el crimen de la joven zamorana la cual, según ha revelado la autopsia, fue agredida sexualmente, extremo que él ha negado que hiciera.

Montoya llegaba a la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva esta madrugada a las 2:20 horas desde el cuartel de Valverde del Camino, donde había permanecido desde su detención. Después de horas de interrogatorio confesó a los investigadores que la joven le preguntó por un supermercado, la engañó y la mandó a un callejón sin salida, donde la agarró, golpeó y dejó inconsciente.

Posteriormente, según su relato, metió a Laura en el maletero del coche y la trasladó hasta el lugar donde fue localizada. Allí la desnudó e intentó violarla, pero no lo consiguió, aunque la autopsia confirma que hubo agresión sexual.

Una versión que se contradice con las pruebas que ha hallado la UCO en su casa: abundantes restos de sangre que hacen pensar a la Guardia Civil que el detenido habría retenido en su casa a la joven.

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