Brutal agresión de una menor de 13 años a una adolescente con autismo en Algeciras

Una chica de 13 años ha sido denunciada por propinar una brutal paliza a una adolescente autista en Algeciras (Cádiz), mientras una amiga la alentaba y otra grababa la escena para después difundirla en redes sociales, donde se ha extendido.

Los hechos, según han confirmado a EFE fuentes del despacho del abogado Luis Miguel Montes, que representa a la familia de la menor, sucedieron el pasado 25 julio, cuando la víctima, de 16 años, salió a pasear con un grupo de amigos. En la barriada de San Bernabé, se encontraron con otro grupo de amigas. Una de ellas, de 13 años, empezó a agredirla verbalmente y después físicamente, tirándole del pelo, arrojándola al suelo y dándole puñetazos.

Una de las acompañantes de la agresora la jaleaba "diciéndole: Dale, dale, dale fuerte una patada", mientras que otra lo grababa con su teléfono para después subirlo a redes sociales, según fuentes del despacho del abogado.

La familia de la víctima denunció la brutal agresión el 7 de agosto ante la Policía, cuando consiguieron que la menor relatara lo que había sucedido. Tras esa denuncia la Fiscalía abrió diligencias contra la agresora, que fueron archivadas al ser menor de 14 años, según el despacho de abogados. Aún quedan abiertas las diligencias contra sus dos amigas, que son mayores de 14 años y menores de 18.

El colectivo comarcal de afectados por trastornos del espectro autista ha expresado este miércoles en una nota de prensa su “máximo apoyo y solidaridad” hacia la víctima de la agresión y su familia. La Asociación Asperger-TEA Campo de Gibraltar ha afirmado que esta agresión representa "una dramática muestra de la hostilidad e insensibilidad que, lamentablemente, las personas neurodivergentes y los menores con Necesidades Educativas Especiales en general siguen padeciendo en nuestra sociedad".

Unos hechos que "evidencian la necesidad urgente de seguir trabajando en la concienciación y sensibilización, tanto en los centros educativos como en el entorno social en general, para construir una sociedad más inclusiva, empática y respetuosa con la diversidad".

"Es inaceptable que, en pleno siglo XXI, las personas con condiciones como el Asperger y otras manifestaciones del Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como cualquier otro síndrome o afección, continúen siendo objeto de actos violentos y discriminatorios", añaden.