SU ABOGADO NO ACEPTA QUE HAYA HABIDO 11 ASESINATOS
El celador de Olot pide perdón y lamenta "haber llegado a estos extremos"
Su abogado solicita para él una pena máxima de 20 años de libertad vigilada. El supuesto asesino acabó con la vida de sus víctimas dándoles productos tóxicos y según los familiares de los fallecidos estuvo junto a los ancianos al morir.
El celador de Olot (Girona), Joan Vila, acusado de once asesinatos en el geriátrico La Caritat ha utilizado su último turno de palabra para pedir perdón por todo lo que ha hecho.
"Solamente quiero pedir perdón por lo que he hecho y por haber llegado hasta estos extremos, no quiero decir nada más", ha manifestado el procesado ante el jurado popular que a partir del próximo lunes se encerrará a deliberar el veredicto.
El abogado de Vila, Carles Monguilod, ha presentado su informe de conclusiones, en una exposición que ha durado más de hora y media, en la que ha afirmado que "no acepta que haya once asesinatos" y pide para el acusado una pena máxima de 20 años de libertad vigilada.
En su informe final el defensor del celador ha intentado sembrar dudas entre el jurado popular afirmando que de los once crímenes reconocidos por Vila hay ocho que no han quedado probados científicamente y que, por lo tanto, no puede decirse que sean homicidas, ya que los análisis forenses dicen que la causa de la muerte podría ser compatible con una muerte violenta, pero no pueden determinarlo en ninguno de estos ocho casos.
No es así, ha reconocido Monguilod, en el caso de las tres últimas víctimas --Sabina M., Montserrat G., y Paquita G.--, ya que en éstas sí ha quedado demostrado que murieron a causa de la ingesta de algún producto cáustico y en el caso de Sabina M. también por una mezcla de psicofármacos.
El abogado ha relacionado este hecho con la participación que pudo tener o no Vila en los crímenes, ya que según su parecer está claro que el procesado ha reconocido las muertes, pero Monguilod ha recordado "que la confesión no sirve como prueba para fomentar la participación delictiva en un delito".
"Tenéis que buscar pruebas independientes, que no pueden ser detalles que coincidan con la confesión, por ejemplo, que Vila estuviera trabajando cuando fallecieron los ancianos no es prueba independiente ya que solamente se exhumaron los cadáveres de los residentes que fallecieron en su turno", ha comentado Monguilod.
"El puzzle tiene que encajar en todas sus piezas y no a golpes de martillo", ha interpelado el defensor a los miembros del jurado, insistiendo en que no podrán justificar que las ocho primera víctimas murieron por la intervención homicida de alguien.
"Estamos hablando de tres muertes que acepto que son homicidas, pero en los otros casos, no hay pruebas", ha concluido el letrado.